domingo, 26 de noviembre de 2023

SIN RECUERDOS

Qué solo se siente el mundo sin los recuerdos, solo llegó el olvido y tú ya no figuras en los escritos, los poemas se escriben sin tu nombre, sin tu imágen pero con la misma pasión.

Qué solo me sentía con ellos que me ayudaron a sobrellevar mi soledad, sin ti, llené el vacío en las hojas que la pérgola plasmó en ellas, palabras de esperanza, por ti.

Sin voluntad soñaba, vivía, moría y me aferraba a la cruz que me mantenía siempre en agonía escribiendo poesía dedicada a ti, mientras yo para ti no existía.

Sabía imposible pelear con lo que deseaba, pero no podría ganar una batalla ya perdida y seguí humedeciendo mis mejillas mientras las letras secaban.

Eres un recuerdo lejano, ajeno, extraño, marchito y, en mi cansada madurez he reconocido una vida plenamente aprovechada en la tinta derramada de nostalgia. 



miércoles, 8 de noviembre de 2023

LA INDOLENCIA ANTE LAS TRAGEDIAS


La llegada del huracán Otis a las costas de Guerrero y directamente al Puerto de Acapulco la madrugada del 25 de octubre de este 2023, ha mostrado, una vez más, la irresponsabilidad y la indolencia del actual gobierno de la República Mexicana y, más específicamente, del Primer mandatario de la Nación.

Ha quedado suficientemente comprobado que 12 horas antes de que tocara tierra, ya se tenían reportes del Centro Internacional de Huracanes de Miami de que se había desarrollado rápidamente su intensidad y su peligrosidad convirtiéndose en un huracán de grado 5, el máximo posible. El gobierno mexicano tuvo, al menos 10 horas, para implementar un plan de emergencia que pudiera contener las consecuencias antes y después de la llegada de este fenómeno natural. Antes, poniendo en guardia a la población entera y estableciendo los refugios adecuados para resguardar la vida de los habitantes de Acapulco y los municipios cercanos. Después, cuidando con la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas la seguridad y el orden entre la población.

Ni una ni otra cosa hicieron, las consecuencias las sufrieron de manera dramática todos los que se encontraban en Acapulco, turistas y habitantes que vivieron sin ninguna preparación la devastación del Puerto, hoteles, comercios, viviendas y vialidades, quedándose sin los servicios básicos de electricidad, agua y telefonía. Al día siguiente después de la tragedia el Presidente dijo no contar con datos para informar lo sucedido, por la tarde intentó llegar por tierra sabiendo que las carreteras estaban intransitables, mostrándose con un alto grado de incompetencia al quedar atascado en un vehículo militar ante la mirada de la Secretaria de Seguridad, del General del Ejército y el Comandante de la Marina. Mientras tanto comenzó el desorden en Acapulco sin que ningún nivel de gobierno se hiciera presente por lo que se vandalizaron todos los comercios y se realizó la rapiña social de todo lo que estuvo a su alcance.

Cuando comenzó a fluir la solidaridad del pueblo mexicano haciéndose presente por medio de la sociedad civil organizada incluyendo a la Cruz Roja y la Cáritas de la Iglesia católica, el mismo Presidente expresó que nadie podría ayudar sino solamente el Ejército y los Siervos de la Nación, con una clara intención autoritaria y manipuladora. Afortunadamente la realidad se impuso y se tuvo que dar marcha atrás a esa absurda imposición.

Bien lo dijo un comentarista de televisión: Acapulco ha sido arrasado por cuatro causas, el huracán, la ausencia de servicios, la rapiña y, la peor de todas, la ausencia de gobierno.

Ya habíamos visto antes la indolencia de estos gobernantes, con los niños con cáncer, con el manejo de la pandemia, con los migrantes, con los desaparecidos, con las víctimas del crimen organizado y, ahora, con los sucesos de Acapulco.

Que no falte nunca la solidaridad de la sociedad mexicana, mucho más grande que su gobierno indolente.


Mario Ángel Flores Ramos, sacerdote católico


martes, 17 de octubre de 2023

¡VEN, VAMOS A LLORAR!

 

Ven, vamos a llorar lo no llorado, lloremos por Israel ¿Y por qué no? También por Hamás.

Acompáñame a vivir la tristeza de esos niños que se han quedado huérfanos y por los padres que se quedaron sin ellos.

Sintamos ese dolor que tienen los enfermos, los heridos y por aquellos que se dicen sanos.

Desahoga lo que no eres capaz de sentir por el solo hecho de que no te ha tocado a ti... a los tuyos.

Oremos por nuestros semejantes ¡Carajo! No te pido mucho, siente un poco de empatía. 

Llora, pide por los pobres, por los malos gobiernos y guías espirituales.

Siente pena por los índolentes, derrama la rabia de no poder o no querer hacer un poquito por ellos. 

Ven anímate, te invito a llorar en esta ocasión, date permiso para llorar por ti, por ignorar.

Vacía el alma, vacía el vacío y llenémoslo de compasión, de lo que hemos perdido...

¡Humanidad!

¡No hay nada que se gane con la guerra que no se pueda ganar con la paz!



lunes, 9 de octubre de 2023

SE ME ACABARON LOS PRETEXTOS


Se me acabaron los pretextos de esperar, el tiempo en polvo se me va.

La turgencia de tus senos en mi imperfección se esfumaron.

La esperanza en mí era tan intensa que por fuerza se quebró mi imaginación.

¡Ya! Se me acabaron los pretextos de verte a mi lado ¡Felices!

De escribirte cuentos y aventuras, poemas y locuras ¡Te clamé y nada!

De buscarte entre las rocas, el cielo y la espesura de mi desesperación.

En el fondo de la tierra, en lo profundo de Dios, en mi vacío del corazón.

Rogué, prometí, exigí, imploré, blasfemé, maldije; cuando te encontré

¡No supe que decir!

Se me acabaron los pretextos de recordarte, quizá no serás la misma si te encontrase.

Los besos, las caricias, tus promesas, nuestros sueños, me los arrebataste.

Desnudo, huérfano de esperanza, sin mí, sin... ¡Dios, dónde estás! ¡Sin Él!

Se me acabaron los pretextos de no vivir sin ti ¡Resurgiré!

Agotado estoy, ya no ahondaré ¡Quédate con tu miseria, que yo con la mía tendré!

¡Quédate con lo mío, con lo mucho que te amé ¿Yo? Sin pretextos.

sábado, 16 de septiembre de 2023

AMOR CLANDESTINO

 

En un lugar de la clandestinidad delirante, yo te miro... a los ojos... comiendo del mismo platillo.

En un lugar secreto de nuestra ofuscación te perdí... y deliro a pesar de tu olvido... que compartimos lo mismo.

El deseo, la entrega. Lo mío lo he perdido, todo es tuyo ¿Cómo recuperar? ¡Amor mío! ¡Dime! Tu cariño.

En un resquicio de demencia la cordura se ha ido, ya no sé si estás o estoy muriendo contigo... solo, sin ti.

En mi lugar de insensatez he perdido más de lo que contigo gané. Este amor es una rareza...

Que en manos de la locura he dejado... y sin embargo sigo tan perdido cuando me encontraba contigo.

¡Basta! ¡Ponle fin! ¿O qué pretendes que sea yo, cuando sin voluntad sigo? 

Me retiro, recuperando lo perdido de cenizas por el fuego compartido.

A VECES QUISIERA NO TENER AMIGOS


A veces quisiera no tener amigos porque cuando se van es difícil no incluirlos.

A veces no quisiera tener amigos porque cuando nos fallan a ellos mismos engañan.

No quisiera amarlos tanto y fingir que me son indiferentes.

Cuando el dolor de su ausencia e ingratitud derrite mi esperanza.

Ya no quisiera tener amigos porque se abandonan a amores perdidos y desdeñan cariños genuinos.

A veces quisiera no tener que despedirlos para después tenerlos en el olvido.

A algunos los recuerdo con sonrisa, melancolía o añoranza vívida.

El dinero confunde la sinceridad, lealtad y sencillez con la adulación por interés. 

La verdad dicha, peca, y a una piel delgada a la crítica, mata.

El que no transforma a sus amigos en enemigos, no vive.


No quiero amigos...


Pero veo tu esencia, identifico mi carencia y decido el camina andado.

A mi lado te quiero tan como soy, tan como odio tu sinrazón, amigo de mi corazón.

A veces quisiera, a veces no quisiera querer al amigo de esta manera.

A veces los amigos para siempre aunque nada es para siempre, mi amigo serás.

lunes, 4 de septiembre de 2023

APRENDÍ A DEJAR

Aprendí a ir dejando todo en el camino, me di cuenta que no era necesario cargar con mi destino.

Los prejuicios, las ideas se convirtieron en lastres que mantenían atado a uno.

Me abrí como una flor, me deje arrancar de donde pertenecía para ser de donde no conocía.

Abandoné el dolor porque me esperaban otros dolores, para qué acumular.

Me especialicé en desamores pero esos diplomas en el baúl de recuerdos y en llave los tengo.

Dejé colgada mi tristeza secándose junto con el llanto, ahora solo lágrimas valederas.

A la preocupación así la olvidé, angustiada a que regrese yo, sacarla de ahí no puedo. 

Desdeñé la esclavitud de la apariencia, a la soberbia al sótano de la indecencia.

Los recuerdos de otro color los tengo, unos me dan fuerza de seguir viviendo, otros...

Ahí, para saber de donde vengo, tener presente a donde voy y, el futuro...

Para qué quiero al futuro, que me espere hasta donde yo y mis sueños lleguen.

Dejé todo, casi todo, cargo conmigo un piquito de nostalgia...

Que me hace recordar, sin embargo, te dejé a ti y junto a tu nombre, también, dejé una flor.

miércoles, 30 de agosto de 2023

NI SOBORNO (cielo) NI AMENAZA (infierno)


Yo no pago por llegar al cielo ni me siento amenazado por llegar al infierno.

A mí nadie me cobra por alcanzar el cielo, soy libre, soy pobre, soy rico por no creer eso.

Quien se sienta sobornado y amenazado seguro al infierno ha llegado.

En el infierno he estado infinidad de veces cuando veo al humano lastimarse entre ellos.

He vivido el infierno ¿Para qué conocer el que cuentan?

Ya es un infierno la maldad, la indiferencia y la esclavitud.

El que mata y ataca al que le da un taco es un desgraciado que en el infierno ha estado.

Orgullo, avaricia, odio, traición seguro el infierno lleva en su corazón.

El ofertar el alma por un mundo, el infierno lleva de ganga.

El silencio quema más que una verdad atacada por más de uno.

He vivido el infierno por no tenerte ¡Para que quiero más infierno al ofenderte!

Si no te apegaste a mis deseos, por necio, no podría dejar de creerte.

Llegaste a mí ¿Qué más cielo quiero de consuelo? Más el gozo de vivir lo ofrendado, que a los ojos de frente os he mirado.

¿Qué más cielo heredado quiero? ¡Si en vida lo gozado!

Que el infierno se quede a quien pertenece.

jueves, 24 de agosto de 2023

NUBES CAPRICHOSAS

 


Nubes que van y vienen, aparecen y desaparecen... entretienen.

Bello paisaje del cielo reflejado en el lago, cae para humedecer mis labios.

Se confunden con el llanto, forman imágenes raras, lánguidas y fugaces.

Son eternas ilusiones, ambiguas, infieles, falsos algodones que incitan mi paladar.

De colores tenues que armonizan con la romántica pareja que camina pegaditos como ellas.

Complices, silenciosas, en ocasiones tormentosas, capaces de cubrir tu desnudez.

Mortales e inmortales, no viviremos ni moriremos igual que ellas.

La tierra, las flores, las hojas, los grillos imploran que bajen a jugar con ellos.

Las vemos mientras ellas nos ignoran, pasan, pasean y el tiempo se me fué.


miércoles, 21 de junio de 2023

BRUMA

La neblina que besaba el piso de la iglesia, las imágenes de los santos las distorsionaba, el altar daba la impresión de no pertenecer a este mundo. En la calle los arbotantes se esmeraban en alumbrar la penumbra a causa de haber bajado el cielo entero. Yo me sentía flotar, hacía que volaba con alas de ángel y que mis pies levitaban del suelo terrenal.

Me sentí abrazado y supuse que si alguien pudiese verme, no me reconocería, ya que me sentía protegido por la magia del vaho espiritual.

Esperé la llegada de Dios a qué me contara y yo contarle muchas cosas. Quería hablarle lo bien que me sentía en su casa, que según también era la mía pero en la cual jamás dormía o comía y cuando un día quise hacerlo, el padre me retiro de la fila con una sonrisa de piedad amorosa que no podía ser ocultada en esa cara bonachona.

Me preguntaba que cosas podría platicar con Dios y las cosas que Él podría contarme. Me diría como es el lugar en donde vive, bueno, aunque Él vive en todas partes. 

Me sentía siempre dichoso en espera de verlo, no desistía, no desesperaba, simplemente esperaba y no me inquietaba el porque no podía verlo, ya que sabía que nadie puede verlo, solo sentirlo y, acepté y me conformaba con eso. No era difícil para mí entenderlo. El echo de saberme seguro, gozoso, indescriptiblemente feliz; ya me sabía estar con Él. Quizá la pregunta sería ¿Todos sienten lo mismo que yo? La verdad no me hubiera cuestionado.

...Lo que si me intrigaba es si Dios vive con alguien allá en el cielo ¿Con quién come, duerme, platica? En realidad esas preguntas me las he podido hacer hoy porque cuando uno tiene la inocencia de un niño, eso uno no se pregunta, simplemente creé. Ahora después de todo y de haber caído en la duda, todo me es claro. A Dios solo lo he visto como pocos, no en mi imaginación, sino en ese lugar que algunos podemos abrir para que pueda entrar, en ese lugar inexplicable el cual no vale expresarlo porque casi nadie entiende.

"¿Ángel, mi mamá que ya no la tengo me puede ver o escuchar?"  "No. Porque ella ya se encuentra en un lugar mejor en el cual descansa."

Pregunta inquietante a una respuesta simple para los que buscan o rascan más allá de lo posible o imposible. Para mí fue suficiente.

Entró al templo un señor encorvado, siempre mirando al suelo con pasos lentos y dolorosos. Me dije: "Es triste no ver más mundo que el que él ve" y agradecí el panorama que se me ofrecía al poder mirar a donde yo quisiera, levantar y volver la mirada fácilmente a todos lados.

"¿Ángel, por qué está ese señor así?"

"Por encorvarse demasiado."

Desde ese instante jamás inclino mi cuerpo salvo para levantar algo.

La bruma abandonó el interior de la iglesia, el jorobado también, yo quedé maravillado viendo las bancas sin feligreses. El lugar jamás se sentía vacio, no lo digo por las imágenes de los santos, no, sabía que no me quedaba solo.

Me despido de Ángel, Ángel tiene unas alas pero no lo he visto volar y cuando platico con él, yo vuelo, mi imaginación se va tan lejos que me da miedo no regresar.

Salgo, cruzo el portón de madera adornado de caritas, flores y trenzas y en las escalinatas de la entrada doña Jacinta que pide limosna me dice "ah eres tú ¿viste al jorobado que acaba de salir?" 

"Si."

Siempre viene, su esposa e hijo lo abandonaron por su problema, él trabajaba de jornalero en el campo y por eso se encorvó y de la tristeza se le agudizó más la bola de la espalda. 

Me despedí en el momento que el sol le devolvía color al tono gris que daba la niebla, era como ir deslizando lentamente un velo que opacaba el verde de los árboles, las fachadas de las casas, las flores, y los chales y faldas de las mujeres que caminaban por la plaza.

Fui camino a casa seguido por "Firulais" moviendo la cola. Al "Firulais" todos le dan de comer, a mí mi abuelita. 

Tengo que decir que la niebla me gusta mucho porque como ya lo había comentado, me siento en otro mundo, en ese mundo que nadie visita, solo yo, en el que me encuentro con Ángel que solo habla conmigo, el encorvado que no habla con nadie, a doña Jacinta la limosnera del pueblo que habla de todos, se sabe la vida de el pueblo y también la mía y a Dios, que aunque dicen, no se le puede ver, yo aseguro que si.

Llego a casa, mi abuelita pone un jarro de atole en la mesa y un bolillo con nata, me acerca el azúcar y la sal porque sabe que me gusta ponerle a la mitad del bolillo sal y a la otra mitad azúcar.

Ella tampoco sabe lo que les he contado, salvo que paso a la iglesia solo a rezar por mi mamá después de haber comprado el mandado que me pide. Debo decirles que mi abuelita también se está encorvando, yo digo que es por la edad y la misma tristeza de haber perdido a mi mamá.

Yo no siento la tristeza de mi abuelita y del jorobado porque tengo a mi abuelita y voy a la escuela donde aprendo las letras y así  escribiré el nombre de mi mamá, Yolanda, también quiero escribir el de mi abuelita, el de Dios y el de la niña que se sienta en la esquina del salón de clases de la que me tiene sin cuidado su raída vestimenta que todos juzgan. Me gustaría platicar con ella como platico con Dios y Ángel.

Con la bruma de todos los días comienza mi día, yo no podría acostumbrarme sin sus besos húmedos que me despiertan por muy adormilado que me levante.

sábado, 27 de mayo de 2023

¡QUÉ TARDE ES!

 

Que tarde es, las manecillas agotaron su tic, tac.

Las horas corrieron, los minutos tan lentos frente a mi aburrimiento.

Sin darme cuenta el tiempo se me esfumó, perdí mi oportunidad, ahora a lamentar.

Alargar el tiempo es agonía, luchar contra él es acortar la vida.

¡Se acabó! El Manantial de lágrimas se secó ahora que quiero llorar.

Lamentarme porque mi oportunidad no volverá, la vi irse.

Apresurar el fin, inevitable. Solo queda esperar ¡Se acabó!

Inimaginable ahora decirte "Te amo, perdón, volver a empezar".

Ya no hay lugar para intentar, de apreciar, probar. El viaje eterno se acerca.

Tarde es para desear, soñar, acariciar las nubes y las crestas del mar.

Dejar al aire correr por las ventanas, que travesuras haga en mi casa.

¡Ya! Ese amigo, mi enemigo se volvió contra mi deseo de aprovechar el tiempo.

Agoté al compañero el tiempo, lo cansé, vuelta se dió dejándome así.

Mirando escapar los últimos rayos de esperanza que alguna vez profusamente me cubrieron.

Qué tarde es para arrepentirme y humilde aceptar ¡Qué tarde es! 

¡No es tarde aún!



domingo, 7 de mayo de 2023

LA PARADOJA DE LA VIDA

 LA PARADOJA DE LA VIDA


El hombre que estaba tan necesitado de amor ahora no soportaba a los demás. No fue de un día a otro, una lucha con sus sentimientos que lo atormentaban por desear encajar con tal de ganarse el aprecio de los otros. 

Hasta que llegó al punto de poner límites y se preguntaba ¿No estaré exagerando, pero qué es exagerar? Cuando ves, las cosas hablan por si mismas y es mejor verse solo que cargar lastres que con el tiempo serán más difíciles de sobrellevar.

A la gente que le conviene que no veas la realidad es aquella misma que dirá que eres intolerante, pero más bien es porque no le viene bien el no poder seguir abusando, siendo ellas las abusadoras. 

Muchas veces se tomaba un respiro y pensaba o luchaba con sus decisiones hasta tomar una determinación, una determinación que antes hubiera pensado imposible pero ahora le resultaba liberadora.

Ya no se sentía atado a relaciones tóxicas, situaciones incómodas causadas por "amigos" egoístas y envidiosos.

¡Qué libertad! El tener que dejar de hacer cosas personales para obligarse a ver a amistades falsas y convivir en lugares indeseados, disimular, sonreír cuando en realidad le resultaba un suplicio.

Todo esto tuvo que vivirlo para darse cuenta que uno de sus amigos lidiaba con la contraparte; la soledad, esa que te impone la vida, que te orilla silenciosamente a verla cuando te va restando seres queridos muy difíciles de reemplazar por la falta de energía e interés que ya no tienes y experiencia que te sobra.

Por una parte uno decide restar y por otra, la vida te obliga a estar aislado. 

¿Al caso no es lo mismo? Quizá, se decía a sí mismo, pero se sufre de diferente manera, uno desea conservar la compañía para ir por la vida disfrutando la experiencia del vino, el pan, el paisaje, el silencio compartido de un atardecer, ver el alegre movimiento de las hojas tomadas de la mano una con otras para no ser separadas por el sutil viento y ver el reflejo de la luz en el otro, pero no. ¡Se va quedando uno solo!

Es aceptar una realidad, irlo trabajando. Uno se cuestiona si es mejor morir antes que los demás para saberse acompañado o entender que uno va a irse sin esos que fueron a quedarse en contra de su deseo en el camino para dejarlo andar a uno solo y entregarse desnudo, sin espectador alguno al inminente final del que un día fue el inicio que erróneamente pensábamos, no iba llegar.

Pero cuando hay vida uno puede cambiar el relato y puede hacerlo diferente aunque al final las cosas sucedan como deben de suceder.

Mandó mensajes a sus familiares y amigos anunciando su fallecimiento, la hora y lugar de su velorio sin más explicación. Ya mandado el mensaje por Whatsapp a cada persona, dió instrucciones a su amigo Macario que le ayudará a confirmar la noticia, dándole instrucciones precisas de que ese era su deseo y debería cumplirse su pedimento. 

Las recomendaciones eran: Ir vestidos como de fiesta, las mujeres maquilladas, en la funeraria debería de darse vino tinto, canapés, pastelitos. Sabía que llorar sería inevitable pero les sugirió recordarlo con anécdotas, poner música como en los pueblos, que hicieran menos penoso el acontecimiento, ah y no llevar flores de condolencias.

El velorio se realizaría al día siguiente de haber sido anunciada la inesperada noticia. A nadie le resultó extraño arribar al lugar indicado y escuchar música, al descender del coche fueron recibidos por un valet, les pidieron los abrigos y les dieron la bienvenida.

¡Todo era tan extraño, caray!

Entraron los deudos y sorprendidos se encontraron con un lugar que era todo, menos una funeraria, parecía un salón de fiestas, mesas, meseros, copas, vajillas, cubiertos, arreglos florales. En medio de la pista sirios adornados y un maestro de ceremonias que les informó que en pocos minutos su ser querido arribaría para acompañarlo.

Desconcertados, comenzaron a conversar, los nietos, sobrinos e hijos de sus amigos corrían, jugaban y se como cualquier niño inocente que no sabían comportarse en un funeral. 

Paró la música, hubo un silencio, entraron cuatro hombres sobrios, se plantaron al centro del salón y dieron la bienvenida a los presentes con una grabación del occiso. "Querida familia, amigos, estamos aquí para agradecer la vida junto a ustedes, ofrezco disculpas a todo aquel que ofendí, no se sientan agraviados por la sorpresa de darles las gracias de continuar con ustedes y poder compartir la dicha de caminar a su lado" Y apareció. Quedaron todos estupefactos, muchos lo vieron como un fantasma, otros lo vieron como una mala broma, pero todos desconcertados comenzaron a poder asimilar aquella insólita experiencia. Ya recuperados de la impresion se fueron viendo rostros felices. Una mala pero genial y tétrica broma.

Pasó a cada una de las mesas donde hubo risas, reproches de que eso no se hace.

-¡Muérete! ¡Que tal si la muerta hubiera sido yo por el infarto de la noticia! -Le reclamó una de sus hermanas-.

-¡Qué bárbaro, me acabas de dar una lección imposible de olvidar! -Un amigo, impactado le confesó-.

-¡Te pasas, esto no se hace! 

-Pero lo hice, uno no tiene la oportunidad de ver su propio funeral -le responde el reprendido-.

Pasada la emoción, ya relajados y alegres compartían entre ellos la experiencia de una mala broma que al final fue amortiguada por el ambiente. 

Para decir verdad no les costó trabajo digerir la broma porque en otroras conversaciones lo había expresado el susodicho, del cual me reservaré su nombre.

sábado, 15 de abril de 2023

AMOR A DESTIEMPO

 AMOR A DESTIEMPO


La bruma de la playa por la brisa brindaba en el ambiente una cortina que desdibujaba el contorno entre el cielo, mar y playa, lo hacía estático. El horizonte era infinito e invitaba a perderse en esa niebla que lo llama a uno a seguir hipnotizado por su misterio, no cansaba esa monotonía de paisaje.

Permitía soltar para andar ligero, hundir los pensamientos en la arena lamida amorosamente por la amante ondulación eterna, dejar libre la mente. 

Me quite el abrigo, lo colgué en el perchero, me senté en la silla para introducir los pies en la tina de agua caliente.

-Ahora si caminaste mucho -le dice Rogelio a Martin- es un excelente ejercicio para la circulación. ¿Vas a querer que tomemos café?

-Si. Me encanta el clima así. Te acuerdas que antes lo odiaba ¿En qué consistirá qué a uno le cambien los gustos, a la edad, a lo rutinario que aburre, al desear o hacer cosas diferentes?

-Quiza, ya ves, antes no te gustaba el oliva, las aceitunas las detestabas, bueno ahora prefieres el whisky al vino tinto -al mismo tiempo que le daba una toalla para que se secará los pies- ¿Deberás se te antoja una copa de whisky?

-Si, cenamos, tomamos café y al final el whisky ¿Que hay de cenar?

-Pizza a la leña de salmón e higos y ensalada con queso de cabra.

-Aurelio se fue. Me dijo que el licenciado te dejo estos papeles, parecía cansado, más bien turbado. Le pudo la muerte de tu tía.

En casa de Aurelio su madre lo esperaba con la cena lista y una taza de té.

-Toma asiento hijo, come, últimamente con la muerte de tu patrona te has malpasado. -Su madre sabía la pena que cargaba su hijo, él siempre estuvo enamorado de su patrona-. No hay nada que el tiempo no cure.

-No puedo madre, su sobrino, en cuanto pueda me va a echar de la casa.

-Debes comer, después, ya Dios dirá.

-Madre, es que hay algo que debes saber, mi amor por Carlota, tuvo frutos, tuvimos un hijo, pero ese hijo lamentablemente murió. A causa de su edad a pesar de todo ella deseaba tenerlo, no tanto por egoísmo, sino por dar una oportunidad a un ser y amado por nosotros. -La madre de Aurelio, Doña Obdulia, quedó estupefacta, sabía del sentimiento de su hijo, pero jamás se hubiera imaginado nada de lo que su hijo le estaba confesando, y menos que hubiera existido la posibilidad de haber sido abuela aunque su nieto haya fallecido- ¡Discúlpame por callar todo este tiempo, madre! Pero fueron los años más felices de mi vida. Yo deseaba trabajar con la señora, no tanto por descuidar mis estudios, sino porque desde más joven, desde que la veía pasar frente a nuestra modesta casa, altiva, sin mirar a nadie a pesar de que despertaba los deseos callados de muchos hombres de su edad. Nunca dió, ni con una mirada pie a permitir que la cortejaran.

-Prueba tus lentejas, se te van a enfriar, te hice también chocolatito y compré unos churros con Don Jelipe, debes de descansar ya que mañana el joven  seguro te va a requerir y ya Dios dirá -una frase muy de su madre-.

Al día siguiente que era lunes Aurelio no fue llamado por el sobrino, pero el martes, Rogelio, amigo de Martín le mandó llamar. Se presentó más descansado y con la mente más tranquila, pero seguro que despediría Martín, ya que él era el único familiar de su amor secreto, entre los muros de la casa.

-Buenos días Rogelio, buenos días Martín. Gracias por dejar que descansará -tranquilo, casi seguro, fue dispuesto a todo, a su despido-.

-Buenas tardes -contestó amablemente Rogelio que discretamente se mantuvo ahí sin resultar un estorbo-.

-Buenos días Aurelio, toma asiento. Cómo sabrás yo soy el único familiar de mi tía, pero recordarás hace unos meses me llamó para que viniera ¿Te acuerdas? -Aurelio, asintió-. Mi tía se sinceró conmigo y la acompañé al notario y desde ese día, si te apreciaba, ahora te veo distinto. -Aurelio estaba dispuesto al rechazo por saberse descubierto, ya que Carlota era veinte años mayor que él-. Estoy agradecido porque tía haya encontrado el amor en ti y darme un tío. ¡Tranquilo! Me confió que tú le gustabas desde que se dió cuenta, que en total discreción te parabas a la puerta de tu casa para verla pasar y convencida de que eso no podría ser, se conformó con sentirse seducida por tu gran respeto. -Aurelio, no discernía  a lo que oía- Te llamé para ponerme a tus órdenes y pongas en orden los papeles que dispuso mi tía para ti. -No terminaba de entender Aurelio- Si. Tú eres ahora su heredero universal y debes saber que nada me da más gusto que eso. Si yo hubiera seguido siendo su heredero por ser su único familiar, yo, los bienes, finalmente te los hubiera cendido a ti. A ti que fuiste leal, amoroso fiel compañero de quien siempre ví como mi segunda madre. -Martín, con un nudo en la garganta le extendió la mano a Aurelio para levantarlo y en un abrazo le confirió todo su aprecio y confianza de que su tía haya hecho lo mejor-.

Hubo un silencio, a pesar de todo no era fácil digerir una noticia como esa.

-Gracias. -Musitó Aurelio-. 

Las lágrimas, no eran el fuerte de ninguno de los presentes pero se hicieron presentes en los tres.



sábado, 8 de abril de 2023

LAS COMADRES


Me encontraba como de costumbre con mi comadre Panchita en la ventana de mi casa. Nos decíamos comadres no por haberle bautizado el chiquito, no, no, tampoco se vayan por otro lado, por el del albur, no comiencen.

La gente no nos conocía por comadres sino por chismosas y nosotras sabíamos en el concepto que nos tenían.

-Mira, comadre, de una vez por todas hay que desmitificar al chisme -me puse seria-. Si. El chisme tiene muy mala fama ¿Y dime comadrita, a quién le hacemos daño? Si solo platicamos sanamente entre tú y yo, no aumentamos ni quitamos nada a lo que realmente es la verdad.

-Ay Conita, (diminutivo de comadrita, pero en realidad si nombre era Fidedigna) su seriedad me pone nerviosa, pero el echo de que nosotras seamos sociables no quiere decir que seamos chismosas.

-¡Claro que los somos, pero no es malo! Es lo que debemos entender, mira comadrita, el chisme no es como nos lo pintan, el chisme es noticia, es información, por ejemplo: usted ni nadie se hubiese enterado de la triste muerte de la esposa del carpintero que estaba muy desolado por no poder enterrarla y gracias a ello se hizo una colecta. Del robo de la bicicleta del pobre electricista, si no se hubiese dicho quien fue a estas alturas no sabríamos de quién cuidarnos. -Muy segura de si misma continuó- La hija de Perita que fue desgraciada por Violacio, seguiría este sujeto regando hijos por la colonia.

-Viendolo de esa manera, tienes toda la razon -Pensativa y poniéndose más cómoda recargando el codo calloso de tanto usarlo en esa ventana,   dispuesta a filosofar sobre el chisme, se atrevió a justificar su buena costumbre del día a día, lloviese o relampaguee-. Nosotras no somos intrigosas, decimos lo que es, no levantamos falso testimonio -se persigna-, no hablamos de más, más bien, muchas veces por prudencia, no hablamos de más Fide.

-Así es, Conita, el chisme es sano, limpia el alma, desahoga, pone a una en alerta de los peligros y es un ejemplo de vida. Una no está exenta de estar en boca de todos ¿Usted creé que la gente no habla de nosotras? dicen que somos chismosas, metiches; chismosas si, pero metiches jamás. Con nadie más que contigo, comadrita, comento las cosas de las que me entero.

-Totalmente de acuerdo, de aquí no sale nada.

-Me acabas de quitar un peso de encima comadre Fide, sabemos que estamos en la casa del jabonero, el que no cae resbala o como dicen por ahí, estamos en el mismo barco.

-Nosotras, aprendemos de los demás, por eso hay que seguir echando chal, no dejar nuestra costumbre de alimentar nuestra amistad que muchos no entienden... A todo ésto supiste que falleció el maestro de la esquina y que Justinita, dice que tu marido anda de coscolino con la desabrida de la tienda... Y que siga el fino arte del chisme porque sino ¿Dé qué vamos a hablar?


Moraleja: Practiquen el chisme es un buen pasatiempo pero no inventen cosas a la gente, comadres ¡No sean gachas!



jueves, 6 de abril de 2023

EL LEGADO


Toque la madera apolillada tres veces, del otro lado de la puerta corroída por el tiempo contesta a mi llamado una voz con carraspera "Voy".

El chirrido de la madera denota el tiempo, como llorando y extrañando cuando se abría para recibir en sus tiempos de buena moza, bien cuidada y barnizada a personajes de buena cuna, deja ver a una mujercita empequeñecida, canosa, con reboso raído por el uso, pies cenizos ya curtidos por la falta de mimos.

-Buenos días, diga.

-Buenos días, Doña Micaela, soy La Chata, su vecina la que vivía aquí a la par de su casa.

La mujer, dueña de esas líneas definidas en el rostro se quedó por un momento sorprendida tratando aclarar su mente cuando en antaño no era ella la que abría la puerta, sino Teofila, una de las criadas de esa casona del ilustre doctor del pueblo, Don Zacarías. Se llevó la mano a la cabeza, luego a los ojos cubiertos por las cataratas y con el dedo índice encorvado asintió.

-¡Chata, chamaca de mi vida! -Emocionada, duda en invitarla a pasar a esas ruinas en las que a ella le costó tiempo acostumbrarse -¡Ay mija, pasa, que el sol está por amenazar. ¿Qué aires te trajeron por acá? 

-Vine a visitar a mi tía Eduviges que se ha quedado sola desde que sus hijos migraron y su esposo falleció ¿Que ha sido de usted?

-Esa pregunta te la hago a ti ¡Tanto tiempo, mira ya nada es lo mismo! -Con un dejo de nostalgia, caminando con paso lento pero segura por donde caminaba a pesar de no distinguir ya ni las siluetas de los muebles, con una soltura, de en valde los años de conocer esa casa de memoria, en la que jugaba con sus hermanos a recorrerla a ciegas sin tener que tropezar-. ¡Has de estar sedienta! -Toma un jarro de barro y le sirve agua de la jarra y se lo ofrece-.

-Muchas gracias, -agradecida, La Chata, comienza a recordar la capirotada hecha por Justinita, la madre de Doña Micaela, ¡Cómo olvidar el dulce de tortilla de leche! ¡Cuántos recuerdos! -Exclamo La Chata-. Y ahora usted sola-.

-El tiempo es implacable, mija, ya no queda nada, pero mírame, no me doblo. Me acompañan los recuerdos que llegan  aunque aveces no sean bienvenidos jajajaja -Siempre sin haber perdido el optimismo y mecánicamente se lleva la mano para cubrir la ausencia de dientes, bueno, aún teniéndolos era un gesto discreto femenino que hacía cuando de joven- Ahora me queda tener paciencia ¡Cuidado con lo que pides! Ya ves, siempre dije que quería vivir muchos años y, aunque Dios parece no estar y no escuchar ¡Si lo hace y cumple! A algunos nos hace los huevos al gusto-.

La Chata escuchaba a  Micaela, su vecina, amiga a pesar de la diferencia de edades ¿20? Se llevaban tan bien y se sentían un cariño indescriptible-.

Micaela, deja la silla, abre un enorme mueble de madera que a pesar del tiempo no deja de presumir e imponer su majestuosidad, toma una bolsa que guarda un sobre amarillento muy bien conservado, con la manos ya no tersas ni flexibles; cuidadosa, lo sacude del polvo que no tenía por lo bien resguardado, se lo da a La Chata y le dice: "Temia ya no volver a verte para entregarte ésto, nadie mejor que tú. Uno ofrece por amor y otro debe aprender a recibir para corresponder a qué lo dado tenga continuidad y que no se pierda en el vacío de quién no lo merece más que tú.

La Chata sin responder, lo toma, se incorpora y con un fuerte abrazo se despide de sus recuerdos. Micaela, feliz, tranquila le sonríe y la encamina sobre ese pasillo que seguramente verá el renacer de lo muy bien guardado por mucho tiempo; ver florecer una nueva generación adecuada a la generosidad.

En el pueblo se abrían ventanas, puertas para atisbar sin dejar ver las caras curiosas a su paso.

Todos, menos ella sabían que Doña Justinita, una sumisa esposa, era su abuela y el doctor un hombre educado estrictamente en su época no logró acallar el secreto a voces que empañó su reputación. Tampoco Doña Micaela iba a violentar la vida ya hecha de Isabel, a la que nadie sabe por qué le decían La Chata. Se quedó con su secreto, que a estas alturas la llenaba solo a ella, ese secreto tan bien custodiado como el testamento entregado en las manos de quién no era posible decirle: "Hija, soy tu madre".

martes, 28 de marzo de 2023

UN CUADRO DE FELICIDAD



¿Qué día es hoy? Me pregunto, todos los días me parecen iguales, camino por mi departamento con pasos de viejito, más por necesidad que de ganas.

Veo la cafetera ¿Cuánto tiempo llevo sin lavarla, sin barrer, sin pasarles un trapo a los muebles? El sillón no se ve tan sucio por todas la veces que me siento en el donde veo pasar el tiempo, con sus horas, segundos. 

¿En qué año estamos? Tantas cosas a las que les he perdido el interés. Prendo la cafetera, me preparo 6  rebanadas de pan de caja cargados de mermelada, soy hipoglucemico, éste tipo de desayuno me hace sentir bien. Veo el teléfono, ya nadie me llama, no se para que lo sigo teniendo y pagando el recibo, quizá es una manera de no sentirme solo, de estar conectado con el mundo.

Ya está mi café, tomo una taza, siempre es la misma, la que al finalizar de tomar mi café solo la enjuago con agua, tiene mucho tiempo que no utilizo detergente y ahora que recuerdo tampoco pasta dental que solo daña el esmalte. 

¡Ahhhh, Qué delicia! Muy pocas veces disfruto mi desayuno, es tan sencillo. Tengo varios frascos de mermeladas de diferentes frutas: fresa, mango, chabacano, da igual, todas me saben a lo mismo, a dulce, bueno no, la de chabacano es mi favorita porque me recuerda a mi madre.

Suena el teléfono, carajo. ¿A quién se le ocurre exactamente molestarme cuando precisamente estoy tomándole sentido a mi frugal desayuno. "Ya voy, ya voy, este cable siempre se me enreda, ya voy"

-Bueno.

-Hola Ramiro ¿Cómo estás?

-¿Quién habla?

-Yo, Celia, la mujer de Ramiro, tu amigo.

-Ah ya, bien Celia, qué tal.

-Para decirte una mala noticia, Beningo, falleció, no te pude llamar ese día porque entre el velorio, las amistades, el entierro, me perdí en el tiempo.

-Que lamentable, en verdad, no sabes cuánto lo siento.

-Bueno, solo quería avisarte, como se que eran buenos amigos.

-Muchas gracias.

Colgué. ¿Debería de ponerme triste? Hace mucho tiempo que ni nos hablábamos por teléfono, mucho menos vernos, que raro, es de esas noticias que me levantan el ánimo porque yo sigo aquí, he sobrevivido a todos. ¿Habrá pensado Celia, que me dolió la muerte, ya de un desconocido para mí?

Me he quedado sin amistades, ya todas se han ido, unas mueren, otras se han mudado y los otros desaparecieron.

Pensándolo bien, es lo que creo que me tiene así, aislado, incomunicado, solo; pero la verdad voy a servirme un poco más de café, así hago de cuenta que estoy en el velorio de Ramiro y lo acompaño en su última morada, quizá lo que en el fondo deseo es sentirme acompañado por él. Ya se me olvidaron los momentos agradables con todos.

No entiendo a las personas que tienen perros, ¡Cómo les gusta escuchar el escándalo de sus ladridos!

Eso de ver televisión solo por ver televisión, lo hace a uno dependiente, estúpido ¡En lo que me he convertido! ¡Carajo! Es que no hay algún programa bueno.

Deambulo en mi propiedad, vaya logro, eso sí, aquí nadie se mete conmigo porque eso de hablarle a los vecinos, ni pensarlo, mejor de lejitos.

Me pongo los pantalones, la camisa, chamarra, sombrero y zapatos. Si, todo lo hago automatizado, bajo por mi comida y cena, 4 tacos; me cuesta tanto trabajo bajar las escaleras de los cuatro pisos, pero más me cuesta subirlos, tanto que en cada piso siento que estoy echando los bofes, me paro y tomo un respiro, continúo. ¡Uf, ya llegué! Enciendo el televisor, me acomodo, saco dos tacos y me los como viendo una película de Tin Tan. Dicen que la verdadera cómica de ellos era la madre, de ahí viene el talento de los triunfadores hijos.

No me gusta tener basura en casa, bajo y la depósito en un bote de una cafetería, jamás me han reclamado por Irles a dejar mi basura.

Vuelvo a subir, escucho ladrar al perro del vecino cuando paso por su puerta, no hago caso, exhausto llego, me quitó la ropa, me pongo mis pantuflas y ya me dió "el mal del puerco", me recuesto, siempre pienso en quedarme dormido y ya no despertar.

La ventana de mi recámara da a una pared de un edificio descarapelado, me siento como en París, algunas veces me imagino estar en un cuarto de hotel de Estambul. 

¡Qué vida tan inútil terminé por vivir!

Mis espectativas están muy lejos, igual que mis amigos, familia, hasta de mi mismo.



sábado, 11 de marzo de 2023

CONTRACORRIENTE

 Me ha resultado muy difícil andar un camino, luchar con ideologías, ocurrencias que confunden en vez de permitir avanzar.

miércoles, 8 de marzo de 2023

¡Y EL PREMIO ES PARA...!

 

Tenía los nueve vagones de un tren del metro de la CDMX para mostrar sus dotes histriónicas. Yo que pienso que la profesión de actor es muy desgastante cuando tienen que dar dos funciones al día ¿Se imaginan repetir el mismo monólogo en cuatro horas minimo, en 54 vagones? Digo, es contradictorio pensar, gente que no tiene ni oficio ni beneficio porque eso de repetir la misma cantaleta "No tengo trabajo, mi hijo está enfermo y no tengo para su medicamento", llevan una receta nutritiva manchada de mole, café y no se de qué otras cosas y para que les dure, enmicada y uno no se da cuenta. ¿O no les ha tocado un sordo mudo que por despistado le dices "No tengo cabio", te contestan "Yo se lo cambio" y le das $10 pesotes y cuando se baja caes en cuenta, pues no qué era sordo mudo? Ya no sabes si reírte o tragarte el coraje.

Estas personas ganan al mes $20 mil pesos, el sueldo de un profesionista.

¡Toda una mafia! 

No estoy juzgando, criticando ni señalando solo quiero contar lo que he descubierto en mis viajes por esta ciudad.

Si supieran, bueno, si yo guardara lo que no les he vuelto a dar, ahora tendría mi buen guardadito. Camino al trabajo veía a una señora parada horas mendigando en el transbordo de San Lázaro con los pies dañados por falta de circulación y yo digo "Que no sería mejor generar, moverse que estar estática poniendo su cara de sufrida y luego a su edad" pero inmediatamente caigo en cuenta que esta gente no cambiaría su salud por el dinero que recibe estirando solo la mano.

Un día acompañé a mi hermana al médico de asistencia social cuando un hombre se nos acercó pidiendo ayuda económica, mi hermana saca su magro monedero, mete los dedos para tomar unas monedas que más falta le hacían a ella cuando le dije "¡Cómo creés que le vas a dar lo que no tienes a un sujeto que está entero para trabajar y apesta a licor, guarda tu dinero!" 

Bien nos decía una maestra de lógica en la prepa, que los mexicanos somos muy inteligentes cuando les preguntas algo y te responden "Eso no lo sé, pero si leí ésto otro", tienen una genialidad para inventar lo que sea y salir del embrollo, pero no hacen lo que deben.

Sin embargo aprendí que el trabajo aparte de lo ganado, nos da satisfacción, responsabilidad y seguridad. Pero si algo tengo que aprender es la facilidad de este hombre que hacia suya la red del metro para llorar, limpiarse las lágrimas y volver a llorar mientras yo reía al ver su gran actuación.



domingo, 26 de febrero de 2023

LA CARGA

 


El hombre que regalaba piedras que recogía en sus viajes para después darlas envueltas en papel china de colores. 

-Me parece un regalo muy peculiar para no decir extraño -Comentó Bonifacio- ¿Por qué piedras?

La gente sorprendida las recibía y obvio no les daba tiempo de reaccionar al momento, agradecían con una leve sonrisa.

-Bueno, pero algún significado tenían, quizá para algunos les gustaban las formas, lo raras, otras más las ven como una energía -Dijo Diana queriendo encontrar una explicación al hecho de obsequiar una cosa como es una piedra y no una concha que podría resultar más atractiva-.

Eran de diferentes tamaños, claro, suficientes para ser llevadas en su maletín donde cargaba sus libros, tarjetas, periódico, quizá alguna golosina, morralla. Con una ceremoniosidad, metía su mano al maletín, tomaba el presente y con delicadeza se las depositaba en la mano de quien había conocido en el trayecto del tren. Se sabe que era muy platicador Don Severiano, inspiraba confianza y las persona terminaban desnudando su intimidad ante él que los escuchaba atento para en tres palabras certeras, sin ofender con sus aseveraciones, las personas sorprendidas digerían, llamémosle, palabras de aliento, sugerencia o una verdad piadosa.

-Entonces, yo podría creer que la gente esperaba, se me ocurre, un dulce, un chocolate que dicen que da alegría, una imágen, para los que son creyentes, pero ¿Una piedra? ¡Que extravagancia!

Por supuesto que Don Severiano al darles el "detalle" les hablaba al oído y sorprendidos se despedían satisfechos.

-¿Que les decía, cuál era ese gran enigma? -instó Karen-

Se sabe que una joven al serle entregado el bien recibido, curiosa le dijo "¿Por qué sí mí carga era tan grande, usted me concede la piedra más pequeña?" "Recuerda que las piedrecitas más pequeñas son las más molestas".

-Ah, ya entendí, la ofrenda recibida era significativo de la carga que la gente llevaba en su espalda.

Exacto, hay dones más valiosos que algo material y éste solo les recordaba a las buenas personas que se habían quitado un peso de encima, una carga, algo que no les permitía seguir adelante.

Recuerden, si algo les molesta

 ¡Quítatelo! Cuando unos zapatos te molestan ¿Por qué te molestan? ¡Porque estás creciendo! Muchas veces nos aferramos a no crecer.

¡Vámonos, que ya viene el tren!



viernes, 24 de febrero de 2023

EL LLAMADO

 


De pronto llega, me nubla la vista y me abre el alma.

¡Oh corazón mío no merezco esta distinción!

Si has decidido tocarme el alma agradecido estoy.

Ahora que te siento permite mantenerme en ti y no en mí.

Que mi dirección sean los demás sin olvidar quien soy.

Soy tuyo, te siento aquí cerca, tan cerca, que se ofusca mi ser.

Solo siento tu presencia en el justo instante que llegas.

No te alejes de mí porque sin ti nada soy.

Mantén la llama de fe, aún cuando mi destino lastimado está.

lunes, 20 de febrero de 2023

ENEMIGO



No le temas a los muertos, que amigos saben ser, son aquellos que en silencio aconsejan. 
Témeles a esos que juzgan, condenan sin conocer tus penas.
Los muerto ni alzan la voz ni ensalzan por mal o bien que les caigas.
La vida, risa, confianza, amor, penosamente fugaces son.
Le quedo debiendo a la risa que con llanto me cobró, lágrimas escasas en mí dejó.
No te fies de los vivos, más confía en los ausentes, mucho menos confíes de ti que por enemigo te tienes.
Ata al enemigo que frente de ti lo tienes, trátalo con amor que es lo mejor que tienes.


sábado, 11 de febrero de 2023

LA OTRA CARA

 

Fermín se quedó de ver con su mejor amigo Isaías en un parque intermedio que les quedará a los dos. Volvió la mirada hacia la fuente del parque, vió  venir a Isaías en pantalones con estampado de vaca ceñidos a su cuerpo y playera pegada a su muy delgada figura. Se dió cuenta que la gente lo miraba con morbo por su manera de vestir.

-¿Tienes mucho esperando? Parece que el metro sabotea mi intención de ser puntual jajajajaja -desinhibido como siempre Isaías se ríe de sus ocurrencias sin importarle el llamar la atención-.

-No te preocupes, me entretengo viendo a la gente y me pregunto a dónde va, qué es de su vida -sonriendo Fermín tranquiliza a Isaías-. Bueno ¿Qué hacemos, vamos al café de siempre?.

-Con este calor que parece que estoy en la menopausia se me antoja mejor un helado y vemos gente y echamos el chal aquí bajo esta jacaranda que da buena sombra.

Fueron a comprar su helado y regresaron a la misma banca. Hablaron de mil cosas y cada uno puso al tanto al otro de lo que no se habían contado. Por supuesto que Isaías era más extrovertido que Fermín y después de un largo soliloquio Isaías le da un femenino manotazo a su amigo -Aich, me estás tirando de a loco, no estás aquí ¡Ya regresa! -tiernamente le reclama a su amigo y le echa una mirada pícara-.

-Tienes razón, cuando venías, sentí que la gente se mofaba al verte. He visto en ti que te ha costado trabajo defender tu forma de ser, tu lucha por ser aceptado, respetado, pero la sociedad jamás se ha puesto a pensar que así como ustedes tienen que pasar un martirio al asumirse como gays, a nosotros los heterosexuales, ni pensarlo, no nos cuestionamos si estamos a gusto con lo que socialmente es lo correcto. -Era la primera vez que Fermín tomaba la palabra para expresar su sentir-. En nosotros no existe eso, de sí estamos bien con nuestro rol de heterosexuales, simplemente lo seguimos, pero me he dado cuenta que es muy duro tener que aceptarse como tal. Debo de casarme, mantener un hogar, seguir una lista larga de reglas, cumplir con los parámetros impuestos: Una mujer actuar y trabajar conforme a su condición y un hombre, no llorar, no expresar sus sentimientos, no sufrir, ser el fuerte. ¡Impensable cuestionárnoslo!.

Isaías, estaba realmente interesado en lo que Fermín le confesaba. No lo quiso interrumpir.

-No te lo quería decir -sinceramente prosigue Fermín-, he tenido enfrentamientos por nuestra amistad ¡Es que la gente no entiende una amistad como la nuestra, siempre piensan mal! ¿Me explico?

-Te entiendo -aseveró Isaías-. ¿Entonces piensas terminar tu relación con Leslie?

-No. Solo que hay momentos en los que la vida te hace reflexionar. Por ejemplo, como hetero soy partidario a que la mujer sea independiente, que ninguno deje su vida pasada por el solo echo estar casado, que conserven los amigos, compartirlos, que se tenga una independencia. Se me ocurre, yo no debo estar atenido a que,  Leslie, después de una jornada de trabajo deba llegar a cocinarme y yo viendo el periódico o la tele; debemos compartir eso, las obligaciones la vida. Entonces para nosotros también, en silencio, nos cuesta aceptarnos como heterosexuales.

-Yo sé que tú me conoces -dijo Isaías- quizá mi forma de presentarme ante esta sociedad es de reto. No todo lo que la "Comunidad LGBT" defiende, habla por mí, sabes que no creo en el matrimonio gay pero si en los derechos que cada individuo tiene. Que no debemos luchar por un derecho que nos corresponde.

A mí me quedó claro que no iba a tener hijos, ya mucho compromiso tengo conmigo mismo para perjudicar una vida que merece lo mejor. Conozco amigos que se hacen cargo de sus sobrinos y éstos terminan diciéndoles "papá" en vez de tío. 

-Guauuu, se nos fue el tiempo -Fermín mira el reloj y el helado derretido de su muy querido amigo de la infancia, Isaías-. El tiempo contigo se pasa como agua.

Se pusieron de pie y se acompañaron para después despedirse como siempre, con beso en la mejilla, sin importar el mundo.

martes, 7 de febrero de 2023

LAZOS


Hay cosas que solo se pueden explicar después haberlas vivido, porque de otra manera no sería creíble.

Quizá sea la fantasía de cada uno, pero en nuestro interior hay una voz que ve nuestro futuro que podría ser como nuestros deseos más íntimos, algunos se quedarán en eso, en sueños y otros nos sorprenderán.

Siempre tuve la certeza de haber nacido con estrella, un consentido de Dios. Suena soberbio, ¿Verdad?

No pretendas que te cuente absolutamente todo eh, Rey, pero si te voy a decir que fue en una calle cuando la vi, una mujer madura, yo un joven deseoso de descubrir mi nueva vida, esa que uno decide seguir, que nadie se la dicte. No te vayas hasta la cocina, no era el tipo de mujer, ni de la edad que me atrajera, más bien ella fue espontánea y me hizo la plática. 

Y allí, sin quizá imaginarlo, con el tiempo supe que el destino existe, sí, sé que no todo es el destino, lo debemos de trabajar, estoy convencido.

De ese encuentro vinieron otros, tomábamos café en Dunkin' Donuts. 

Mira, Rey, uno busca en las personas experiencias, vivencias que lo enriquezcan y aprender, porque es como vivir varias vidas al mismo tiempo, cómo cuando lees un libro. 

Un dia de esas pláticas se enojó porque solo nos vimos 20 minutos.

-¡Oye, cruce toda la ciudad para estar tan solo 20 minutos, a mí se me hace una grosería!

-Es que tengo que trabajar -yo le dije-, es preferible vernos un rato que ninguno ¿No?.

Y pasaron diez años para volver a hablarnos porque se molestó.

Diez años, en el cual el tiempo hizo su trabajo con nuestras apariencias. Yo, más maduro, ella, una anciana. 

Ahí es cuando me percaté el lazo que nos unía, el de la amistad pero también cabía la posibilidad de que fuéramos por nuestro apellido y el lugar de nacimiento de su madre y el de mis padres, quizá parientes. 

Ahora veo por ella y me sigue ilustrando con su vida pero sobre todo me hace ver mi propio futuro de cómo quiero vivir, llegar mejor a esa edad.

Más importante que cerrarle los ojos a alguien es habérselos mantenido abiertos.



sábado, 28 de enero de 2023

NO NOS BASTA

 


Dos amigos se citaron en una cafetería, siempre hablaban de diferentes temas: política, religión, el universo, historia, ciencia, literatura, reencarnación, infinidad de temas. Les faltaba tiempo.

-He vivido con culpa -rompió el silencio Sam-, crecí creyendo que provenía de una familia disfuncional y me doy cuenta que todos provenimos de una familia disfuncional y, es más, creo que no existen las familias funcionales.

Tadeo, dió un largo sorbo a su café y no dejó de mirar a Sam. 

-Un día en el afán de hacer catarsis de una situación familiar comencé a ventilar mi sentir en una reunión familiar -prosiguió Sam- y mi hermano se enfadó conmigo diciéndome que los asuntos familiares deben quedarse en familia, que la ropa sucia se lava en casa. Siempre he pensado que los problemas de uno pueden ser un ejemplo de vida ¿No crees? -Tadeo asintió y le dijo a Sam.

-Pienso igual que tú, me he dado cuenta que todas las familias tienen sus aristas, unas más profundas que otras y al externar nuestros sentimientos las vamos puliendo.

-Jamás tuve una buena comunicación con mi familia -el semblante de Sam se ensombrecio-, creo que fue resultado de la educación de mis padres por estar convencidos de que mantener algunos temas era lo correcto, un ejemplo: el sexo. -En mi casa ningún tema se nos ha ocultado- Toma la palabra Tadeo- sin embargo creo que éstas son como lecciones y uno las toma de diferente manera, ya ves, tú eres más abierto en expresar tus ideas y yo a pesar de haber tenido la apertura y confianza soy más reservado. -Bueno, creo que yo soy así -interrumpió Sam- porque con alguien tengo que desahogarme, veo que mis hermanos no lo hacen.

-Es por tu personalidad. Para uno es muy dificil exteriorizar su intimidad porque llegas a pensar que estás traicionando a los tuyos, pero tambien te das cuenta que nos exponemos al no tener cuidado a quién les confiamos nuestras inquietudes.

-Tienes toda la razón, ya ves, Perla se dió vuelo contando a diestra y siniestra lo que le platiqué de mí -Quedó unos segundos en silencio y Tadeo se dió cuenta que Sam, tragó saliva y respetó ese signo de pausa que tomó- ¿Cuál crees que sea el peor sentimiento que alguien te puede dejar? Yo digo que la culpa.

-Wooow, no lo había pensado así y tienes razón pero también con la experiencia debemos de aprender que a los que más amamos nos cuesta más trabajo perdonar y que más amamos a las personas por sus defectos más que por sus virtudes, porque de esos defectos aprendemos.

-Siempre me fulminas con tu filosofía y dime ¿Cómo te va en tu nuevo trabajo?

-Muy bien, el otro día...



miércoles, 25 de enero de 2023

LLEGARÁ


Siempre me he sentido orgulloso de vivir solo, de ser independiente, viajar con mochila al hombro por todas partes del mundo: India, Alemania, Chicago, Nueva York... Departir con mis amigos en tertulias de café y alguna que otra ocasión salir juntos a un paseo, pero después de las experiencias me queda claro que es insoportable lidiar en ámbito de intimidad con alguien. 

A mí familia la veo cada semana, pero con el único hermano que tengo no me llevo, será porque le quite el lugar privilegiado que tenía antes de mi llegada al mundo. Pienso en los hermanos anteriores fallecidos de Vincent Van Goh y Salvador Dalí que les pusieron el mismo nombre de sus hermanos difuntos causándoles un trauma que cargaron toda su vida al leer sus propios nombres inscritos en las tumbas. Por esta razón, creo que mi hermano, aunque distinto, era agresivo conmigo, quizá hubiera deseado que yo no existiese, causándole lo que psicologicamente se llama "Trastorno de identidad disociativo".

Posiblemente por esta situación fui más despegado y busqué el vivir solo.

La gente me preguntaba mi edad y  orgulloso les respondía, tengo setenta años. Jamás me imaginé que la vejez fuera tan cruel ahora que tengo ochenta, la edad de Matusalén. Mis capacidades han mermado considerablemente, no sé hacer nada, sobrevivo de mi raquítica pensión, pierdo la orientación. A cierta edad uno se aísla del mundo, dependes de los demás pero yo no tengo a nadie, bueno, cuento con un amigo pero no es lo mismo que el haber tenido una pareja, hijos. Mi amigo me dice que no debería quejarme, que lo tengo a él y muchas veces es mejor estar solo que vivir una decepción al ver que tus familiares en los que supuestamente te tendrían que cuidar, te abandonan o cobran tu dinero y te dan una vida miserable.

Es canija la vejez, anteriormente me bañaba diario, ahora con estos fríos solo espero hacerlo en cuanto llegue la primavera, mi amigo me baña y varias veces le he dicho, no manito, espérate a que el clima cambie.

Siempre he gozado de cabal salud, no padezco de nada, más bien los amigos de mi generación han partido; un día recibí la llamada de Pepe y me preguntó -¿Conoces a alguien que tenga cáncer? - Le respondí -No. A los pocos meses él falleció de cancer . Una ocasión fueron a echarle pleito a Jesús, un amigo muy apuesto, con pistola en mano un hombre le gritaba, ¡baja, porque te voy a matar! Y éste muy envalentonado bajó y el agresor le disparó. Así, unos de una manera, otros de otra se han ido y me he quedado sin amigos.

Mi amigo me terapea queriendo levantarme el ánimo, deberías de estar agradecido de haber sobrevivido, tienes vida, experiencia, la jubilación es eso ¡Júbilo! Tienes todo el tiempo del mundo para hacer lo que se te dé tu regalada gana. 

Me acaba de caer el veinte, si. Si padezco de ser obsesivo, si tengo, o no tengo, nada me acomoda, efectivamente mi problema es la ociosidad. 

Ya son las 9 pm, acabó el día para mí, a éstas alturas yo ya duermo como un niño, muchas horas. Deseo, pido ya no despertar, la vida representa para mí una carga que me cuesta y ya no quiero seguir.

Se me olvida que le dí instrucciones a mi amigo para que se encargue de mi cadáver.

-Hola hermoso ¿Cómo estás?

-¡Aún no me he muerto!

-Uno no decide cuándo morir.

-He pensado en el suicidio ¿Tú me ayudarías?

-No ¡Cómo crees!

-Es que en verdad, compréndeme.

-Si lo hago. Debes de vivir esta etapa, no estás solo, además el día que uno parte estará toda la eternidad en ella. Vive, reflexiona, quizá debes de reconciliarte con la vida.

-Tienes razón, aceptar que ya soy un anciano. 

Gracias.