Nubes que van y vienen, aparecen y desaparecen... entretienen.
Bello paisaje del cielo reflejado en el lago, cae para humedecer mis labios.
Se confunden con el llanto, forman imágenes raras, lánguidas y fugaces.
Son eternas ilusiones, ambiguas, infieles, falsos algodones que incitan mi paladar.
De colores tenues que armonizan con la romántica pareja que camina pegaditos como ellas.
Complices, silenciosas, en ocasiones tormentosas, capaces de cubrir tu desnudez.
Mortales e inmortales, no viviremos ni moriremos igual que ellas.
La tierra, las flores, las hojas, los grillos imploran que bajen a jugar con ellos.
Las vemos mientras ellas nos ignoran, pasan, pasean y el tiempo se me fué.
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