lunes, 4 de septiembre de 2023

APRENDÍ A DEJAR

Aprendí a ir dejando todo en el camino, me di cuenta que no era necesario cargar con mi destino.

Los prejuicios, las ideas se convirtieron en lastres que mantenían atado a uno.

Me abrí como una flor, me deje arrancar de donde pertenecía para ser de donde no conocía.

Abandoné el dolor porque me esperaban otros dolores, para qué acumular.

Me especialicé en desamores pero esos diplomas en el baúl de recuerdos y en llave los tengo.

Dejé colgada mi tristeza secándose junto con el llanto, ahora solo lágrimas valederas.

A la preocupación así la olvidé, angustiada a que regrese yo, sacarla de ahí no puedo. 

Desdeñé la esclavitud de la apariencia, a la soberbia al sótano de la indecencia.

Los recuerdos de otro color los tengo, unos me dan fuerza de seguir viviendo, otros...

Ahí, para saber de donde vengo, tener presente a donde voy y, el futuro...

Para qué quiero al futuro, que me espere hasta donde yo y mis sueños lleguen.

Dejé todo, casi todo, cargo conmigo un piquito de nostalgia...

Que me hace recordar, sin embargo, te dejé a ti y junto a tu nombre, también, dejé una flor.

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