Me encontraba como de costumbre con mi comadre Panchita en la ventana de mi casa. Nos decíamos comadres no por haberle bautizado el chiquito, no, no, tampoco se vayan por otro lado, por el del albur, no comiencen.
La gente no nos conocía por comadres sino por chismosas y nosotras sabíamos en el concepto que nos tenían.
-Mira, comadre, de una vez por todas hay que desmitificar al chisme -me puse seria-. Si. El chisme tiene muy mala fama ¿Y dime comadrita, a quién le hacemos daño? Si solo platicamos sanamente entre tú y yo, no aumentamos ni quitamos nada a lo que realmente es la verdad.
-Ay Conita, (diminutivo de comadrita, pero en realidad si nombre era Fidedigna) su seriedad me pone nerviosa, pero el echo de que nosotras seamos sociables no quiere decir que seamos chismosas.
-¡Claro que los somos, pero no es malo! Es lo que debemos entender, mira comadrita, el chisme no es como nos lo pintan, el chisme es noticia, es información, por ejemplo: usted ni nadie se hubiese enterado de la triste muerte de la esposa del carpintero que estaba muy desolado por no poder enterrarla y gracias a ello se hizo una colecta. Del robo de la bicicleta del pobre electricista, si no se hubiese dicho quien fue a estas alturas no sabríamos de quién cuidarnos. -Muy segura de si misma continuó- La hija de Perita que fue desgraciada por Violacio, seguiría este sujeto regando hijos por la colonia.
-Viendolo de esa manera, tienes toda la razon -Pensativa y poniéndose más cómoda recargando el codo calloso de tanto usarlo en esa ventana, dispuesta a filosofar sobre el chisme, se atrevió a justificar su buena costumbre del día a día, lloviese o relampaguee-. Nosotras no somos intrigosas, decimos lo que es, no levantamos falso testimonio -se persigna-, no hablamos de más, más bien, muchas veces por prudencia, no hablamos de más Fide.
-Así es, Conita, el chisme es sano, limpia el alma, desahoga, pone a una en alerta de los peligros y es un ejemplo de vida. Una no está exenta de estar en boca de todos ¿Usted creé que la gente no habla de nosotras? dicen que somos chismosas, metiches; chismosas si, pero metiches jamás. Con nadie más que contigo, comadrita, comento las cosas de las que me entero.
-Totalmente de acuerdo, de aquí no sale nada.
-Me acabas de quitar un peso de encima comadre Fide, sabemos que estamos en la casa del jabonero, el que no cae resbala o como dicen por ahí, estamos en el mismo barco.
-Nosotras, aprendemos de los demás, por eso hay que seguir echando chal, no dejar nuestra costumbre de alimentar nuestra amistad que muchos no entienden... A todo ésto supiste que falleció el maestro de la esquina y que Justinita, dice que tu marido anda de coscolino con la desabrida de la tienda... Y que siga el fino arte del chisme porque sino ¿Dé qué vamos a hablar?
Moraleja: Practiquen el chisme es un buen pasatiempo pero no inventen cosas a la gente, comadres ¡No sean gachas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario