Que tarde es, las manecillas agotaron su tic, tac.
Las horas corrieron, los minutos tan lentos frente a mi aburrimiento.
Sin darme cuenta el tiempo se me esfumó, perdí mi oportunidad, ahora a lamentar.
Alargar el tiempo es agonía, luchar contra él es acortar la vida.
¡Se acabó! El Manantial de lágrimas se secó ahora que quiero llorar.
Lamentarme porque mi oportunidad no volverá, la vi irse.
Apresurar el fin, inevitable. Solo queda esperar ¡Se acabó!
Inimaginable ahora decirte "Te amo, perdón, volver a empezar".
Ya no hay lugar para intentar, de apreciar, probar. El viaje eterno se acerca.
Tarde es para desear, soñar, acariciar las nubes y las crestas del mar.
Dejar al aire correr por las ventanas, que travesuras haga en mi casa.
¡Ya! Ese amigo, mi enemigo se volvió contra mi deseo de aprovechar el tiempo.
Agoté al compañero el tiempo, lo cansé, vuelta se dió dejándome así.
Mirando escapar los últimos rayos de esperanza que alguna vez profusamente me cubrieron.
Qué tarde es para arrepentirme y humilde aceptar ¡Qué tarde es!
¡No es tarde aún!
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