sábado, 17 de octubre de 2015

VIEJOS CONOCIDOS


A la muerte la conozco de cerca, en realidad no le he visto sus ropajes o, ¿si? quién sabe, tal vez lo que he mirado es su sombra en el mutis que reflejan los moribundos (que no saben bien a bien a dónde van), algunas veces es de angustia otras de una paz enexplicable, muy a menudo a oscuras, raramente con un halo de luz y esperanza.
La conozco no porque pasara frente a mi, más bien yo he ido en busca de ella. Cuando era monaguillo, acompañaba al sacerdote a dar la extrema unción a los enfermos.
La muerte no sólo se presenta como nos la cuentan, la muerte tiene diferentes caras como: en la incapacidad de darse, vanidad, orgullo, soberbia, odio etcétera... es como ir muriendo poco a poco. Por eso es importante saber a qué tipo de muerte nos enfrentamos en el día a día, ya que sin darnos cuenta vamos muriendo antes de encontrarnos con ella.
El dar la vida por alguién no es morir, dar un pedazo de nuestra vida: cuidando, amando o procurando; suma vida a nuestra existencia.
Somos tan arrogantes que con una sola visita al cementerio nos daremos cuenta que hasta los ricos, famosos, reyes, genios y bellas e inteligentes están allí para demostrarnos que somos finitos... mortales y, por qué no, "miserables".
Para entender a la muerte hay que saber amar, amar no sólo a los que creemos amar o decimos amar, sino a aquellos que por malos entendidos dejamos que se alejen o más correctamente, nos alejamos; porque entonces, cuando nos toque el tiempo de partir, no moriremos, más bien desaparecemos; morir es tener un fin y desaparecer significa el no haber dejado huella alguna.
El amor no es amor si no trasciende más allá de aquellos que digo amar (la esposa e hijos). El amor se comparte y la muerte también. El amor es una fiesta, la muerte debe de serla; por esto, a esta fiesta es a la unica que llegamos sin ser invitados.
Sin embargo hasta en la muerte nos empecinamos a ser indiferentes, egoístas "yo no quiero funeral" o "no quiero en mi funeral a fulano" Debemos compartir este aprendizaje como una experiencia de la vida para seguir unidos aún en la muerte y no en el olvido y la oscuridad.
Finalmente tengamos en cuenta que una sola sonrisa es un estallido que pone en orden las catástrofes del alma y a la muerte ahuyenta por muy cercana que esté.

CAMINO A LA IGLESIA


Me levantaba a las seis y media de la mañana a lavarme la cara y echarme agua en el cabello para peinarme. Me dirigía a la iglesia del pueblo por el camino engarzado de piedras humedecidas por las nubes que paseaban aquellas callejuelas adornadas de macetas coloreadas por flores que al igual que yo lavaban sus pétalos y peinaban sus ramas para comenzar el día.
A la par de mi casa hay otra con un árbol tan grande que se sale de ella regalando en la banqueta el cobre y oro que nacen de él aprovechando el sereno que las ayuda volar un poco más lejos. De esa casa que es de los papás de mi amigo Agustín, sale primero la criada con falda blanca almidonada a comprar la masa para las picadas.
Los burros, caballos y vacas que rumiando caminan creando una melodia con los cascos y sus patas; apurados por los perros que ladran, se dirigen al campo a degustar con sus hocicos los cristales adheridos en la sabana verde que sirve de cobijo a los grillos.
Rumbo a la iglesia voy jugando con mis pies a patear piedrecillas sueltas, piñitas que golpean mi cabeza al descolgarse de las ramas, tamarindos, tejocotes y limones que alimentan a centenares de hormigas que seguramente se despiertan antes que yo.
El aroma a epazote, hoja de aguacate para los frijoles, los chiles y tomates verdes asados, las tortillas al comal, chocolate y café se cruzan en mi andar matinal, al igual que la leña en anafres vivos los rubíes, obsidianas y acerinas crean el calor.
Ya falta poco para llegar a la iglesia, la misa comienza a las siete de la mañana, voy con tiempo para ayudarle al padre Jacinto a acolitar; mi mamá me cuenta que no todos en el pueblo van a misa, incluso me confesó que esas personas (me dijo los nombres, pero debo guardar el secreto) aún les queda leña de confesionarios y santos para cocinar. Yo me hago el desentendido y cuando me cruzo con estas señoras las saludo amablemente.
- Buenos días Angelito.
- Buenos los tenga usted doña Queta... ¡Chin, ya se me salió uno de los nombres! Tendré que confesarme, les pido me guarden mi indiscreción porfis.
Las señoras asisten a misa con rebozo cubriendose la cabeza, faldas abajo de la rodilla y zapato bajo, sin medias, salvo los domingos y dias de fiesta; libro y rosario en mano, que cuando oran, sesean. Los hombres, menos sobrios, al entrar al templo se quitan su sombrero para persignarse, acompañados algunos de sus nietos somnolientos con el moco seco de ayer.
En el atrio de la iglesia ya es abitual Don Federico, el limosnero del pueblo, que dicen que vive en Pueblo Grande, dueño de una casota. A mi eso no me interesa, el padre Jacinto me enseñó que la misericordia debe ser un compromiso personal.
Suenan las campanas dando la segunda llamada, la neblina se aleja y siento el reflejo que encandila la mirada, vislumbro los cerros que resguardan mi pueblo como una olla de mole.

sábado, 29 de agosto de 2015

TRANSPIRACIÓN DE PASIÓN


La calle suda, suda porque quiere,
suda de fatiga, suda por tener
tus pies en ella cuando transitas.

La calle suda, suda para refrescar
la jornada y el alma, suda y confunde
la nostalgia de la paz bien ganada.

Suda la calle de mi barrio
porque refleja tu cara tierna
y la tersura de tu voz
que resuena en mi.

Sudan los mares que te ven entrar
como melodía en eco tu nombre
tararear. El universo sudó.

Y suda mi frente al verte de frente
y su suda mi boca
por tus sedientos labios.

Y suda la calle tosca
en cuanto tu piel me toca
y en la teja sudorosa de lodo
se me antoja en tus charcos
chapotear.


Si en la penumbra yo viera
vería tu imagen etérea
y si lloviera me empaparía
los labios de henna
y quedar tatuado en ella,
que eres tú, en mi eterna.

Y en la prudencia de tu nombre
pronuncio, en el bullicio te guardo
envidioso. En la penumbra regresas
repleta de fresas.

MI BICICLETA

Tu piel roza la mía, mis manos te acarician
y llevas mis sueños por el sendero que yo elijo.
Eres mi BItácora,
        mi CIudad,
        mi CLEmencia
        de TAnto desear caminar a tu lado.
Azul me va, mi cielo, al cielo contigo, yo te persigo.

sábado, 15 de agosto de 2015

NADA CAMBIA


Estamos en tiempos revolucionarios con exceso de abogados, maestros mal pagados, sin agrónomos en un pais agrícola, médicos amenazados en manos de un gobierno inutil y enfermo (Peña Nieto) y de lideres partidistas empecinados a pesar de su derrota (Obrador).
¿Qué nos pasa a los mexicanos especialmente a los capitalinos que nos jactamos de cultos, siempre tropezando con la misma piedra? De allí la desesperanza de los intelectuales que terminan haciendo de artesanos igual que de hambrientos.

viernes, 7 de agosto de 2015

¿QUÉ MÁS QUIERES?


¡Qué quieres que te diga!
¿Qué mi risa se mofe
del amor que mermaste?
Ignorado, cansado. 


O mi llanto en cascada
desgaste mi penar a nada
que mis andadas desanden
para ignorar el fraude
que me cobraste tan alto.

Que mis recuerdos en amnesia
convierta para que yo no me
arrepienta de esta historia
que dejó alma sangrienta.

Sangrienta mi piel revienta,
sangrienta despierta, en vez
de quedar muerta, mirada
revuelta y la lucidez,
aunque te pese, alerta.

viernes, 31 de julio de 2015

FIRMAMENTO

Y las estrellas bajaron,
su polvo estelar dejaron
en Frida Kalho, Elena Garro.
Los envidiosos de Pita Amor
se mofaron y a mi...
me ignoraron.


Y descendieron los cometas
tiznados de acuarela y
colores de madera, empaparon
los pinceles de mujeres.

Sus destellos motearon
a Modoti y Rivas Mercado;
las galaxias colisionaron
y a mi me olvidaron...
péñola en mano.

La Aurora Boreal enmarca
el Apotema en esta vida
terrenal; la tuya, de ella...
y la mía.

¡Las nebulosas nos miraron
y en luciérnagas se quedaron!
... a nuestro lado.

LA INTRUSA

Es la noche mi amiga,
cómplice de mis salidas
con el amor de mi vida.

Mi sombra es la chaperón
del sentir que tengo por ti,
dejarle perdida por ahí
pero siempre detrás de mí.

La piso y quieta se queda
le grito y no me contesta
me mira sin ojos tener
y ella se burla de mi.

Celos de ella yo siento
te besa al mismo tiempo
me desprendo de ti y ella
sigue prendada a ti.

Es la penumbra mi aliada
que no la deja venir y
la luna la aparece
al lado de mi... cerca de ti.

Es la noche mi amiga,
la luna, el arbotante
y mi sombra...
nuestra compañía.                                                                                                

SEMEJANZA

¿Niño, Quieres un dulce? Con una voz susurrante, que me imploraba, sin darme cuenta lo acepté; pero llovieron en esa cara angelical otras tantas preguntas como: ¿Jugamos, Jugamos a la comidita, a las escondidillas? Esas invitaciones no significaron mucho para mi, sin embargo sin percatarme me minaron la inocencia, me la cobraron al paso del tiempo con aquello que no tiene precio: mi dignidad, mi tranquilidad, de la que todos gozaban excepto yo.
La confianza cesó y con azoro descubrí que tal vez, si no fue violentada y violada mi credulidad, si fue abusada, aprovechada.
Con estoicismo lo viví y me forjó este carácter que a muchos les enfada, el que he amasado como un rompecabezas disperso y formado esta vida surrealista de la que hoy por hoy me enorgullece. Edifiqué este templo que muchos detractores tiene, esos infieles, los mismos que mi cuerpo profanaron ¡Fuerte verdad! Y más fuerte escuchar que no fue el vecino, el desconocido, fue el familiar; en el que debí confiar. Necesité años, lágrimas, desencuentros y puse en jaque la unión familiar, después de mucho tiempo, me lamí solo mis heridas. Curtido estoy y ni un gramo de lo vivido lo expondré ni cambiaré, porque este soy yo, así me sostendré.
Hoy las gracias ofrezco por "la cosa"... dicen ustedes que soy... de ser la creación perfecta de Dios.

RÍO REVUELTO

La Revolución Mexicana creó múltiples costumbres y modus vivendi de los mexicanos. Apenas unos años las abuelas acostumbraban a resguardar la comida en cestas de paja y mimbre en lo alto de las vigas de las casas, esto por las ratas; el cual nos obligaba a comer el pan duro con chocolate de agua que mi abuelita para hacerlo más espeso le añadía polvo de barro.
Muchas veces la comida se secaba o se echaba a perder, pero descubrían nuevas formas de reutilizar ese alimento; por ejemplo: con el pan duro nos hacían capirotada, con la tortilla dura chilaquiles y no dudo ni tantito que gracias a esa costumbre salieron algunos chiles secos o la machaca.
La moda era tener remendados los pantalones y camisas con retazos de tela de colores, de zapatos cartones amarrados con mecate.
Ahora me pregunto ¿Cuáles ratas? Si en la Revolución a causa del hambre las ratas por poquito se extinguieron y las monturas de los caballos, cinturones eran comestibles.
El beber el propio orín a falta de agua.
¡Ay que tiempos aquellos cuando mi abuelita nos cocinaba con manteca! Remojar los recuerdos donde la pobreza no era nuestra preocupación y el tocar con nuestros pies desnudos esta tierra con perfume de barro, bañarnos en los ríos vivos y no contaminados, acurrucarnos en el petate (que era de todos) a escuchar las mismas historias y leyendas al calor de una vela de cera y echar la imaginación a volar por las sombras y distorsión de la luz parpadeante en las paredes y nuestras caras... terminábamos exhaustos arremolinados a las seis de la tarde para al siguiente día.
Este movimiento no rompió el proceso capitalista, no fue una lucha de los pobres contra los propietarios... sino una contienda privada... por el poder. No unifico, fue un instrumento ideológico manipulado (por el gobierno) contra sus enemigos... y las presiones del exterior.
¡Qué más da! esta lucha me regaló los recuerdos más felices de mi vida, lo impávido del tiempo y la eterna felicidad que me da el recuerdo de mis risas en paz.

PENSAMIENTO, PRIORIDAD DE VIDA

¿Qué ha sido de aquellos animales que por darles una "mejor vida" se las desgraciamos? El reino animal prefería que no les echemos la mano, los vuelve inútiles. "Mucho amor" le ha restado valor al humano, mejor respetémoslos y de esa manera nos humanizamos sin perder la dimensión.

PENSAMIENTO

Existen personas de una sola pieza, pero yo soy de muchas; rio, lloro, me enojo y trato de tener alma de niño para olvidar.

PENSAMIENTO

La izquierda no es tan así, se mueve a donde le conviene. Es tan voluble.

miércoles, 24 de junio de 2015

LLUVIA EN MIS OJOS


En mis ojos llueve diferente
evita que se anege mi corazón.
Con un sol radiante y
arcoiris en el horizonte.


Mis ojos llueven de alborozo
y áridas mis penas deja inertes.
Sin embargo riega árboles y frutos de confianza en mi.
Mis ojos llueven, riachuelos forma,
hidrata líneas maduras de mi andar.

Bebo la miel que resbala
el granate que se abre para
agradecer tu vida en la mía.

Aunque lluevan mis ojos por mirarte
tuyo mi frenesí, mía excitación
nuestra duración correspondida.

Mis ojos en calma reposan en ti.

PENSAMIENTO

Existen personas de una sola pieza, pero yo soy de muchas; río, lloro, me enojo y trato de tener alma de niño para olvidar.

PENSAMIENTO

La izquierda no es tan así, se mueve a donde le conviene. Es tan voluble.

sábado, 23 de mayo de 2015

PORDIOSERA


Inocente vivencia oportunidad perdida
mi cuerpo delgado, gruesa esperanza
tanteo futuro en una enramada.

Si te causa risa mi agonía
la paz de mi alma te enfría
mi casta vivencia en ti confía.

Monedas al aire, las muecas recojo
atraso el tiempo mi futuro incierto
no hay tiempo de orgullo al viento.

Famélica soy y usted tan llena de pena
carezco de oro y muñecas añoro
mis garras insultan tus prendas insulsas.

¡Ay mexicana te mofas de tus hermanas!

YO JONADAD


He posado mi fulgor en tus ojos,
mis cabellos en tu almohada,
pegado mi boca a tus labios
y mis manos en la nada.


Mi espíritu vuela, no descansa
sin embargo en la barcaza
de este viaje, descubro añoranza y reciclaje.

Me abro paso con mi lengua, caminos ando en tus laderas,
ríos, lagos, selvas; retomo mis huellas
difumado entre tus piernas.

Y a veces te aspiro, otras te bebo,
llego al fondo de tus venas,
tu corazón frente al mío y te tengo.

miércoles, 13 de mayo de 2015

TEHUANA


Parida de barro negro.
¡Mujer divina!
de labios rojos,
altiva como la luna
y adornada por el sol.

De tocado al cielo tienes,
bordados en tu cara
cual nubes deshiladas.
La alegría en tu vestir,
por tu garbo cantan flores,
pirotecnia hilada
con tu ir y venir.
Juchiteca hermosa
de ágiles ademanes
plásmate cerca de mi.
A falta de tus besos
mis labios sedientos,
acompañame al río
no me dejes así.
Muñequita frágil
de carácter firme,
en canto zapoteco
dime un secreto.
En tus brazos quiero
resguardar mi corazón
por tus ojos color miel
yo pierdo la razón.

LA DUDA QUE CIEGA


Se despertó sobresaltada, sudorosa y con taquicardia, sus ojos abiertos no podían ver en la oscuridad, en la oscuridad de su pasado.
Después de la violación ya nada era igual, su sueño y aquella insertidumbre que no la dejaba que, ni en la terapia con el psicólogo parecía no tener respuesta. Trataría de volver a conciliar el sueño, como todas las noches.
A Carlos le llamaban "el marcado" por un lunar en forma de equis en el hombro derecho. Su origen es incierto, dicen los que saben que fue adoptado por un matrimonio de muy buena posición económica, que les fue secuestrado para obligarlo a robar.
Matilde fue dada de alta por su terapeuta. Todos la sabian sobria, nostálgica, reservada quizá por su viudez, con dos hijos que ya tenian vida echa. Su familia no se atrevía a inquietarla con el secreto a voces para no perturbarla acerca de su pasado, que sus hijos sabian, pero del que no hablaban.
Era evidente la belleza y aire distinguido del <<marcado>>, el cual no encajaba con la frialdad de su personaliad, era calculador e inexpresivo, aunque cuando veia a un niño se le dulcificara el mirar.
Matilde vivía de las apariencias, le importaba "el qué dirán"; con justa razón, siempre le atormentó su desgracia de que su padre le arrebatara a su primer hijo y le regalará a un orfanato, aparte de la segunda violación que a nadie entero, salvo su psicólogo ocurrida a sus cuarenta años.
"El equis", como también lo conocian a Carlos, era escurridizo, falsificaba documentos para ocultar su identidad y así poder evadir a la justiacia y a los que lo envidiaban por lo que había logrado por su "oficio". Era desconocido su interes de olvidar y comenzar una nueva vida, de dejar el deseo de no haber conocido a su madre, de dejar atrás su abandono y dedicarse a otra cosa. Eso ya era imposible, no conocia otra manera de vivir o más bien de sobrevivir. En realiad contados sabian su nombre... Carlos.
Como de costumbre, Matilde se despierta en la madrugada ¿Cuántos años lleva con esta rutina? Toma el vaso de agua, lo sorbe para calmar lo reseca de su garganta, como siempre, trata de no darle importancia; la violación de cuando contaba con cuarenta años ya la había trabajado en el consultorio del psicologo, pero no había sido del todo honesta con él. -Ya no tiene caso-, se dijo. Esa primera violación quedó en el disco duro y en el hermetismo de su familia, la acción de su padre y la incapacidad de luchar por ese ser indefenso pertenecia a su pasado que ya no existía.
No hallaba la manera esa noche de conciliar el sueño. Prende la televisión, cualquier programa daba igual; eran las noticias. "¡Cayó el peligroso asaltante -el marcado-!" Con la foto del delincuente, con el torso descubierto. Matilde, temblorosa al fijar su mirada en el lunar en forma de una equis en el hombro derecho del bandido expuesto, no pudo evitar apretar con todas sus fuerzas el control de la televisión para luego perderlas y dejarlo caer seguido de un grito ahogado... ¡Noooo! Quedó paralizada, ausente. Inmediatamente llega la muchacha a su servicio, la cual estaba acostumbrada a sus pesadillas, pero ahora ese grito seco, como alarido la hizo acudir a su auxilio.
-¡Señora, señora! ¿Qué le sucede?
Después de reaccionar pudo valvucear -¡Es mi hijo, el fue! ¡Es esa marca que me tenia detenida, la cual no me dejaba en paz, que me negaba recordar! Como en una confesión, prosiguió: ¡Encontré a mi hijo y violador al mismo tiempo! ¡Oh Dios! ¡No puede haber una marca igual, en el mismo lugar. Todo coincide y el tiempo!
La muchacha dejó de prestar sus servicios para doña Matilde por cuestión del secreto develado. Carlos en su celda recibió una carta donde Matilde, su madre, le confesó todo y la mala jugada que la vida les hizo, le pidió perdón, le decia que lo amaba y que también lo perdonaba porque ella era la mujer que había violado en la carretera a Cuernavaca y pudiera arrepentirse, que porque era claro, que por la vida que llevaba, nunca lo haría.
La intensidad de la conciencia es como la intensidad de una luz que ciega.

LA ESTACIÓN


El tiempo se detuvo en nuestra niñez, dimos por hecho que siempre íbamos a ser niños.

El tiempo se detuvo en nuestra adolescencia, creímos que siempre tendríamos juventud.

El tiempo se ha detenido en nuestra madurez, pensamos en la vejez hasta que el tiempo en realidad se detiene y ya no nos da tiempo de pensar.

AGUA


Eres brochazo azul, delgada pincelada transparente e incolora, verde agua, turquesa indefinida, mosaico cortado por rayos de luz, dedasos de Van Gogh.
Revestida de follaje, arte, vida, muerte oculta, árboles que te resguardan del sol quemante, nubes fotografíadas en tu superficie que es casa del sol, luna y cuando me asomo, casa mía.
Perteneces, te compartes y muchos por tu ausencia fenecen cuando arrebatas al indefenso de vivienda.
Ojo de dunas y cactacias, de flores milagrosas, espejismo bendito bálsamo de mentira, cualquier tesoro es mínimo con sólo una gota tuya.
Delicioso maridaje con frutos salvajes.
Te me antojas amarillo, rojo, rosa, vino.
Caes como lágrima de Dios cristalina o Maná de cielo húmedo estrellado.

miércoles, 22 de abril de 2015

CARICIAS TIBIAS


Besé sus labios y mejillas, recorrí su pecho, su vientre, su sexo que aún continuaba tibio, proseguí mordiéndole sus piernas; me detenía de tiempo en tiempo para observar la serenidad de su semblante, sus ojos cerrados y sus tupidas cejas negras.
Cada vez que le miraba yo suspiraba sin cesar por admirar lo bello que era.
Succione su miembro, me tatué el bálsamo de su dermis y en la exaltación de mis sentidos me recosté a su lado a tocarme sin dejar de acariciarle a él.
Extenuado al consumir mi acción, respiré profundamente, me volví para admirarle, pidiéndole a Dios perdón y que no se me borrara ese momento; me incorporé y le acomodé su ropa que llevaba puesta, volqué mi atención por última vez, di un paso, me incliné y con todo mi amor y ternura besé su frente, sus ojos, le tomé las manos y con ellas acaricié mi cara... ya estaba frío.
Abrí la puerta de la habitación, miré a su papá y hermanos y tías; les informé que acababa de fallecer -me querían como de la familia-, todos estaban cansados, por eso me habían pedido que yo lo cuidara, nadie se imaginó -menos yo- que conmigo iba a tener su último suspiro.
Entraron en silencio y yo me dirigí a la salida de la casa, me recargué en el arco del zaguán y después de unos instantes me desvanecí llorando con discreción... en paz; quedé sentado en uno de los tres escalones de la entrada, observe a mi alrededor sin reparar en realidad en nada, alcé la mirada al cielo "¡estaba hermoso! Azul y nubes blancas con el sol en plenitud, pero discreto" y evoqué el día en que nos conocimos. Desde el primer instante me enamoré de él, yo siempre le había gustado, pero él estaba comprometido y la amistad duró doce años hasta este soplo que lo hice mío. No lo profané sólo lo amé, fue un regalo que la vida me dio y llenó mi vida de luto y a mi corazón.

Hasta pronto...

CRÓNICA ANUNCIADA DEL AMOR DESAHUCIADO


A pesar de la mucha experiencia y madurez, siempre es posible volver a caer en una relación nada recomendada para uno mismo.
El hombre que te encanta te mira, te sonríe, te habla y, al final, te besa; al día siguiente se ven y todo parece ir ¡muy bien! Tanto que las citas no cesan, pero (ahí viene el tan temido ¡pero!): ¡No quiere comprometerse!
Y el tipo te dice: ¡Me encantas! En verdad que me siento súper bien contigo, me excitas (“mira cómo me tienes“), pero quiero mi libertad (como si uno se la quitara poniéndole grilletes). Y tú, poniendo tu mejor cara, bien “cool”, con toda la madurez que te has ganado, le respondes: ¡No hay problema, seremos amigos!
A la cita posterior vas porque te encanta y como te dijo que no te quería perder y tú porque no quieres perder la oportunidad, a ver si cambia de parecer, vas; aunque previamente ya te hiciste un “coco wash”.
Lo vuelves a tratar como tal, pero a sus amigos -“según él”- les simpatizas y le dicen que eres guapo, que vales la pena y él, por un instinto de macho o de pertenencia, te empieza a decir “gordito hermoso” y te agarra de la mano para no soltarte toda la noche y presentarte con todo el bar como su novio.
Entonces, tú piensas: “Ya lo consideró y entonces sí va”. Con una actitud de que no siempre es necesario hablar las cosas, de no decir el tan trillado “¿Quieres ser mi pareja?”, tú te dejas llevar y ¡cuál! Después de haber cogido delicioso, a la mañana siguiente te dice: “Lo de anoche fue perfecto pero eso no quiere decir que seamos pareja ¿ok?”.
Y te quedas pasmado, porque, si bien no has hecho planes de boda, pensabas “esto ya amarró”. ¡Ah, pero él no te deja salir de la cama! En una palabra, te quiere para él solito y tú te quedas, porque al fin y al cabo, eso es lo que tú deseas, estar en sus brazos, sentir su aliento, oler su piel, su sexo, mirar sus ojos, jugar con la sinuosidad de sus cabellos.
No tienes fuerza de decisión, de tomar tu itacate e irte, aunque te sabotee tus idas al café con un amigo, ¡qué importa! (cuando ellos tienen pareja ni te pelan)… ¡Que importa! … Tus recorridos al museo se esfumaron ¡qué importa si él te brinda entretenimiento viendo en su cama “Sex and the City”!
¡Qué importa la madurez! Si al final vale para pura madre cuando llega el hombre de tu vida que en realidad no te da la estabilidad que anhelas, pero que te puede dar litros y litros de adrenalina.
Y la pregunta sería: ¿Vale la adrenalina vivir una relación que no te llevará a ningún lado? ¿O serás capaz de darle vida a este sujeto ¡llámale como quieras! para dejar morir en ti la ilusión permitida? ¿O vivirás como hemos vivido muchos a la espera de que él cambie?

DE PATA DE PERRO POR MARRUECOS



Ahí estaba yo cuando mis ojos de borrego a medio morir, mis piernas temblando y mi corazón queriéndoseme salir sin permiso, permitía a esas manos que abarcaban todo, y sus ojos que abarcaban todo y su aliento y el mío que enredaban todo. Essaouira, ciudad marroquí a la orilla del mar, de gustos y arquitectura mediterránea, bañada de blanco y azul.
Su mar, en donde el viento sopla como en ningún lugar del mundo, hace imposible tomar el sol embadurnado de bronceador, porque quedas como pollo empanizado, mientras las gaviotas se dan festín con las sobras de los pescadores y las nuestras, pero sus noches bañan de sueños plateados, su amurallada medina, garabateada y laberínticas calles.
Se me enredaron las estrellas y, cual diamantinas, me trozaron la cara de feliz impresión en esta tierra musulmana. Me besó la luna, me besó él.
Religión que estremece cinco veces al día con sus plegarias que vuelan con los elementos y te llegan a los cinco sentidos sin importar si profesas esta religión antagónica con su manera de vivir, por su forma de degustar la comida, el vino, el placer de no hacer nada y el placer de gozar el sexo.
El pecado de la gula se visualiza en la Plaza Jemaa el Fna en Marrakech, una de las más bulliciosas y exóticas en el mundo, ofrecen comida tan sui generis como caracoles en caldo.
Su aletargada vida los obliga pasarse horas tomando café en los establecimientos en donde sólo van hombres, discutiendo muchas veces el mismo tema.
Me estrujó con escritura árabe, me dibujó la piel y sentí como regó su tinta de piel morena, su follaje humedeció el mío, pero el de él lo cubría todo su cuerpo, sus piernas, sus nalgas, su pubis, sus brazos que de tan sólo verlos quería enfermarme de tricobezoar, pero me enferme de pasión y me dolió su humor hombre, me dolió él.
El cuscús lo comí por primera vez en Fés, ciudad medieval donde el cuerpo cuesta doscientos euros, luego cien, después cincuenta y más tarde doscientos dhirams (unos doscientos pesos) y al final gratis porque les gustas. Marruecos penosamente es considerada la Cuba europea.
Aquí mi imaginación retrocedió dos mil años, el bullicio de los mercaderes, el ir y venir de la gente casi abrazada por el estrecho de sus callecitas, el entretejido de sus especias se agolpaban en mi nariz, el color del azafrán y mil colores me hicieron sin duda daltónico al mirar. El misticismo y el ahínco religioso con el cual se ofrendan al trabajo me inyectaron energía, me transmitieron por medio de ósmosis la oportunidad negada de respetar sus oraciones del Corán. Con un fondo negro y la túnica blanca casi fantasmal un hombre parecía levitar.
Ciudad mística, celosa de rasgar lo cotidiano para hacerla fantasía... real. Marruecos, un lugar muy considerable para viajar.
A este musulmán le llamaré Mohamed, a éste que me habló con el lenguaje del amor... lo llamaré en sueños, lo invitaré a que me hiera y nos partamos en dos para que una parte de mi se quede allá y otra de él se quede acá conmigo.

ME ECHÉ A UN BUGA... BUENO ÉL ME ECHÓ A MI

¿Te acuerdas Angel, el día que levantaste a un muchacho de veinticuatro años en la alameda? Que de entrada le dijiste que tú no pagabas pero que él te gustaba... ¡y cuánto te gustaba!... tanto que hacia ya mucho tiempo que de tan solo mirar a alguien no se te paraba la verga.
En el trayecto, en el metro, no se fueron hasta atrás, en el vagón gay, para que no te lo fuera a bajar una más lista que tú. Con la mayor naturalidad te dijo que llevaba cinco días sin bañarse, pero no olía mal, y a ti eso no te importaba Angelito, porque pensabas meterlo a bañar antes, no ibas a ofrecerle desodorante ni perfume, ya que querias percibir su aroma natural, de hombre.
No era guapo, pero tampoco feo, fuiste descubriendo en el camino a la estación a la que se iban a bajar, creo que era Juanacatlán, sus facciones de chacal ¡Qué hombre, qué ojos tan claros y negros a la vez!
¡Qué labios de costeño u oaxaqueño! de esos que invitan a mordelos sutilmente, acariciarlos con tus labios y pintarlos con tu lengua. Su cuerpo era como te gustaban... llenitos. Su voz te seducia con su cadencia, no era timido pero tampoco hablaba demasiado.
¿Cómo se llamaba comadre? Me lo dijiste pero no me acuerdo, a fin de cuentas si a quien se cojio fue a ti y no a mi, pero como me acuerdo, porque cuando me lo chismeaste sentí que era una experiencia diferente para ti; libre de maldad, de un instinto sexual cualquiera.
Tenías ganas de vivirlo, de disfrutarlo, no una vez sino muchas y... es más, hasta tenias miedo de lastimar esa tela tan delgada que divide lo real con la fantasia que estaba a punto de sucederte. Tu fantasía sexual... ¿nada más tuya amiga?
Llegaron a la estación, aún allí dudaste si llevarlo a tu casa un rato o que se quedara a compartir contigo la noche. Sentir lo que ya hacía tiempo no experimentabas, compartir tu cama, tu intimidad de hogar, sentir el aliento que baña a las tres o cuatro de la mañana tu cara, pero ya era el último tren. Ni cómo regresar el "regalito".
Ofreciste que se desvistiera mientras le preparabas algo de comer cuando él se bañara, pero con toda la intención "perra" de verlo desnudo. Y si. Te agradó más de lo que te esperabas, porque tan solo vio que lo veías discretamente (no te creo) se pulsó su miembro.
¿Lo estará haciendo por hambre? te preguntaste, pero a ciencia cierta no lo supiste, porque comió con una educación que tus hábitos a la mesa los tuviste que modificar.
Se sentó con una playera de tirantes y una bermuda que le hacían lucir sus muslos desprovistos de vello, pero duros, firmes y que de cuando en cuando se restregaba su sexo con discreción.
¡Por fin! a la cama ¿Ya se te hacía tarde, verdad, amiga? Y te topaste con sus pies, limpios, bien cortadas las uñas, sin callosidades ¿Qué pensabas? ¿Qué los iba a tener peor que los tuyos? No hermana, ellos no urilizan tacones... es una broma manita, no te enojes.
Y también le sorprendió que empezaras por ahí, por sus pies, subiste a las pantorrillas, con tu nariz besaste su piel, sus piernas, su pubis enredado de sensualidad, las ingles, su vientre cortado por su perfecto ombligo de donde se asomaban y terminaban a la vez sus pocos vellos.
Lo miraste y la reacción de su cara no era la misma de su bien bonita verga. No era tan grande, no me humilles, cada vez que me lo cuentas le subes un centímetro para dar envidia. Era gordita y aterciopelada. Eso si te creo.
Te encontraste con sus axilas, las disfrutaste, ese olor a limpio, lleno de feromonas que te excita. Para sorpresa tuya te tomó de la cara y te besó. ¡Santo del día anterior! casi lloras de la emoción y sutilmente te encamino hacia su verga, aquí te sacó lágrimas, produjiste tanta saliva que le diste un uso. Ya me imagino.
Te penetró. Lo hizo tan bien -dices- que no te dolió ¿Así cojen los bugas? Sin prisas, porque te dijo que era buga. ¡Cómo disfrutó penetrarte! se le veía tanto como a ti.
Dejó caer su cuerpo, te inmovilizó y sus caderas se movían a un ritmo que te hizo sentir un orgasmo y sentiste amarlo, ya luego él se vino. Nunca habías sentido cuando corre el semen en el miembro, como se hincha, como late y después ese punzante dolor cuando empuja toda su virilidad hasta tocar las paredes de tu ser. Seguía el amor, después él a tu lado, recostado, escurriéndosele el semen con los ojos cerrados... tú te volviste a masturbar.
¿Era amor? ¿te enamorste Angel? Pensaste que eso no podía suceder: amor a primera vista. En eso tú no crees. Pero te tocó, te envolvió el corazón. Tan sutil fue su llegada que cuando se tuvo que ir sentiste una punzada ahí, donde se sienten todas las emociones, en tu higado, estómago y más arribita.
De nada sirvió esperar una semana, ya ni hablar, no se comunicó contigo... Porque ¿le diste tus teléfonos verdad? 5553-01... y el 04455-1493... ¡Lástima! hasta para pareja lo hubieras deseado, sin importar lo que dijeran tus amigos.

viernes, 20 de marzo de 2015

SOPLO DE VIDA


Vida viva, vida real, irreal existencia, sueño profundo, ligera estadía, insoportable llevarla.
Vida fantástica, de ensueño, pesadilla desafiante, instante divino de euforia prolongada y eterna desdicha.
De risas la vida, con llanto despide y con llantos recibe. Esperanza tierna, marchita.
En tiempos enfada, en tiempos cansada con lapsos de tregua que embriagan.
¿Quién cobra el aliento por digno portento? ¡Quién dona el milagro derechos obtiene!
Quien juega la vida en actor se convierte, tan mala es la paga que sales con nada. Más en el trance es mas facil que dejes.
Vida demente, sensata, vida de furia, prudente, lejana... inminente.
¡Vida! ¿Por qué te cobras asi? El pago por vivir es sufrir ¿y para qué? si de todos modos el último pago es morir.
¿O cobraste tan poco por el azar que rozó en mi?

¡CÓMO DUELE!


Cómo duele una lágrima antes de nacer, se gesta en mi pecho, enjuga mis pupilas, resbala la mejilla hasta el cuerpo recorrer.
Cómo duele una lágrima antes de nacer, como duele el amor que siento por usted.
Pueril secreto me ha confesado. No es tanto como el mío que me impida entregarme a usted.
¡Que me ha engañado, me ha mentido!
Como duele una lágrima antes de nacer.
Si bien cuenta me doy que ésta purifica mi pesar.
¡Pero, cómo duele una lágrima antes de nacer, como me duele el amor desde antes de conocerle a usted.

VALIENTE


Tú te vas, él también, tú el día, él el instante.
Aquel se va, aquel recuerdo ya no volverá, volver al hoy.
Ya partieron todos y yo, aquí me quedo con el tiempo que ya se fue con ellos o quedó.
Quedó vacío sin sus risas o comentos, ella partió, era la noche y queda mi sombra masculina de estrellas.
Yo retiro el polvo de mi andar, con un suspiro lo hace volar, volar tan lejos que ni recuerdo dejará.
Dejar las huellas para el hoy, matutino, nocturno, el instante divino, no regresará y tu... me perdiste.
Perder por miedo, mejor no regreses que más pierdo si vuelves y, no claudicare, yo no partire... aquí me quedaré.

lunes, 26 de enero de 2015

¡HOY NO ES EL DÍA MÁS TRISTE DE MI VIDA!


Hoy no es el día más triste de mi vida, fue ayer cuando me dijiste que ya no me querías ¿En el mañana te necesitaría?

Hoy no es el día más triste de mi vida, quedó en el ayer cuando te me ibas ¿cómo no recordar el día?

Hoy no es el día más triste de mi vida, mi vida quedó asolada cuando te me ibas ¿Mi sol me alumbrará otros día?

Aunque tu imagen se difumino, el recuerdo se alargo, hoy te sigo amando ¡Por eso hoy no es el día más triste de mi vida!

Hoy como tifón tu recuerdo borró la alegría y el olvido no te aleja del nido tibio que dejaste ¡Regresa por lo que hurtaste!

Hoy no es el día más triste de mi vida, ya pasó, demoró tanto, ya es tarde, pero hoy no es el día mas triste de mi vida.

Aunque existen espacios reducidos en la ciudad que no me recuerden a ti, el espacio en mi memoria se reduce por pensar en ti.

Por esto, hoy no es el día más triste de mi vida, el más pleno es al haber muerto de amor para verte nacer por él.

Me alejare de mi para que te quedes y continúe siendo el día no más triste de mi vida hasta que otro llegue y lo alegre más ¿Regresaré a mi vida?

SOÑAR


Soñar dormido, soñar despierto, dormido escapo, despierto sueño. Despierto...¡Que loco juego! Soñar contigo, soñar en sueños, los sueños reales, mis reales sueños y tú... fugaz, irreal, tan real y, yo... alejado de lo real, delirando por ti.

Por ti he soñado e imaginado, tu imagen al lado, alada se aleja y la mia en sombras se queda o ¿adherida a tu imagen serena?

Loco por sueño, en el sueño me quedo, sin recuerdo no sufro, no sufro ¡Ni permitas que la razón me alcance si tu recuerdo no mora!

Yo seguiré soñando.

EL DELIRIO DE GLADIS LA CUBANA


Me senté a su lado y ella estaba sobre una cubeta, al lado dos costales repletos de tiliches: periódicos, revistas, ropa, un plato, cuchara y pocillo de peltre descarapelado. Sus prendas eran de talla extra grande o muy chicas, se las ingeniaba para hacerlas lucir originales; como anudar varios calcetines de diferentes colores para crearse un turbante, retazos de tela para una elegante bufanda o una media como cinturón.
- ¿Hola cómo le va? Le contestó al clima y sin inmutarse, como si nos conocieramos y llevaramos tiempo conversando prosiguió con su monólogo.
"Dame la carpeta" -volvió a hablar Gladys, así se llamaba, al tiempo que seguía tejiendo, tejiendo en el tiempo, tejiendo el tiempo, los recuerdos o el olvido.
Seguía guaguariando para los que estabamos escuchando, nos tomaba en cuenta, hasta a los ausentes, que eran todos e imaginarios que eran muchos.
"¿Gusta un puro vercruzano o cubano? Ambos excelentes, nos los traen de aquí cerca, de la hermana República de Yucatán". Muy propia con su soliloquio recordaba, me dio la impresión, de cuando se tuvo que venir a México de su amada Cuba por consejo de su familia y paradojicamente quedó abandonada en un país extraño, aunque se le considerara hermano ¿Y para qué? Si los que se quedaron en Cuba por el miedo a perder lo que tenian, terminaron por convivir con familias que no eran suyas; extraños y juntos, abismalmente desconocidos, deprimidos, depredados por la Revolución Cubana y oprimidos.
Gladys se adueñó de la entrada de un negocio, la jardinera de la calle la utilizaba de tendedero, se bañaba sin importarle las miradas asquiadas de los que pasaban. Le importaba un bledo la delincuencia ¿Quién? Me pregunto yo, no ella ¿Tenia interes por sus inmundicias?
¡Oh bendita ofuscación! Que el tiempo causa a los prudentes sin devolverles la sensatez por misericordia.
Ella sobrevivió al impensable valor cubano, a Ninon Sevilla, Celia Cruz, Pérez Prado, José Martí, ha sonrevivido a la inmortalidad de Fidel Castro; vive feliz, quizá más que los que huyeron y traspasaron el inutil sueño de la indecencia humana (EEUU).
Se construyó un mundo, no prestado ni compartido, autora de su novela de la que ella es unica poseedora y yo, a veces, su escucha. Al fin y a cabo ni yo he sido digno a que me dirija la mirada.
Se instaló aquí como seguramente se quedaron los españoles, locos. Dejó la lucidez o, quiza se le olvidó empacarla al mismo tiempo que los vestidos, los manjares, las tertulias del café y el ron, lecturas a las que estaba acostumbrada.
La seguiré viendo recojer su vida que le caben en sus dos bultos o en la extravagancia de su cabecita, tal vez le pesen menos de lo que me pesa a mí ser coherente.

EL SENDERO


Las hojas descansan en la tierra bañada, vestida por el cesped y flores de manzanilla. Camino sobre los durmientes adornados por diamantes pulidos que encandilan para camuflagear la sencillez de su estadía.
El pasado es para unos fatigante para otros motivador, para mí significan ambas. Hipnotiza el sendero persistente del tren ¿Cuántas cosas he dejado por mi inmadurez y soberbia? Me obligo a preguntarme esto al avanzar.
He restado personas a mi vida por mi intolerancia, he renunciado a oportunidades y por omisión no sume esperanza de amor.
Ahora sé que el estrecho camino de la vida como la vía que ahora recorro, tiene una terminal.
Me cuestiono ¿La muerte es joven o lleva a cuestas los años que tiene de experiencia? Se burla de nuestra condición mortal o ¿envidia lo que nunca ella ni por un instante nosotros acumulamos en experiencia? ¿Ésta es su venganza? Ser la que le corresponde, arrebatarnos de las nubes de la vida y de esa manera, aunque no lo logre, soñar (si es que le es lícito dormir); vivir un fragmento del don que a ella le ha sido negado.
Sigo aspirando el rocio, observo como las mariposas exploran el polen de las flores, vivo la experiencia, retomo el poder, una, para no cometer los mismos errores y dos, buscar a la gente que dejé ir porque hoy por hoy me es claro que existen dos pecados: el no ser felíz y el no cuidarse.

EL PECADO DE ZAPATA


-Porque yo estoy pa' contarles que fui amante del hombre más deseado de la revolución.
Cuenta esta persona que ha sido vituperada, envidiada y mil veces odiada por mujeres y hasta por hombres muy hombres que darían en prenda su hermético deseo por despertar o soñar embriagados por la gallardía de Zapata.
-Le he bañado con la miel de mi saliva la aridez curtida de su piel mestiza por el sol y he purificado con el sudor de mi agitación sus heridas.
Señalada por su osadía la perciben altiva, segura de saber el piso en el que camina, si bien es cierto que sucios sus pies se plantan, otros desean mancharle el espíritu con el que se anima.
-Soy el sacramento de sus secretos y aquella que le grita sus defectos; soy quien le levanta, le aconseja con ágil inteligencia y le insta que mantenga nuestra relación en contienda con su más intima conciencia.
Es la desconocida, la ignorada y más nombrada, como mito, fantasma que pelea por su realidad innata.
-No importa mi nombre, yo soy esa persona que sin mi existencia, nula quedaría la valía de quien hasta en sus sueños me perseguía. Porque yo fui su conciencia y penitencia. Emiliano me pertenecía.
¿Quién humilla en su carnalidad insurrecta, Zapata a la persona o ésta a la actitud machista?