martes, 4 de septiembre de 2018

LOS PENSAMIENTOS



Los pensamientos andan y hacen de las suyas, que el vecino entre sin que él se de cuenta, que le parta un rayo al compañero o se le quiebre una pata a quien enojar te hizo. Cuando los pensamientos hacen de la suya la persona que te gusta voltea porque así lo deseaste sin exteriorizar, a todo aquello que no quieres que nadie sepa porque aunque no sean pecado mortal lo que deseas si se convierte en algo muy tuyo, que te lo guardas sólo para ti, ya que son deseos que podrían herir susceptibilidades, poner en alerta a alguien o hacer que algo suceda sólo por el hecho de anhelarlo.
Los pensamientos, la mayoría de las veces se nos escapan porque son tantos que no es posible mantenerlos en nuestra cabeza. Nuestros pensamientos vuelan como el amor, el odio, la imaginación imperante a que suceda en este preciso instante, cubriéndonos en una esfera y nos aparte del mundo perteneciendo aún a él. Lo mínimo que esperamos es quedar libres de culpa o remordimiento.
Los pensamientos se escuchan en un silencio, pero muy pocos los descifran, son selectivos y escurridizos. Nos hacen únicos e irrepetibles; por ellos soñamos, divagamos, creamos, destruimos y jamás nos sentimos solos porque nos cuchichean, aconsejan, mal aconsejan y muchas veces se quedan donde habitamos evitando poderlos cambiar.
Pero hay pensamientos que se reprimen y crecen volviéndose obsesión.
Son magia que nos permite tener una vida paralela e independiente de nosotros mismos, alejados de los demás o tan cercanos como las coincidencias.
Los pensamientos rondan como los átomos, viven, se mueven y también sin proponérselo, se mezclan.
Los pensamientos...

Adolfo Delgadillo Padilla

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