domingo, 26 de febrero de 2023

LA CARGA

 


El hombre que regalaba piedras que recogía en sus viajes para después darlas envueltas en papel china de colores. 

-Me parece un regalo muy peculiar para no decir extraño -Comentó Bonifacio- ¿Por qué piedras?

La gente sorprendida las recibía y obvio no les daba tiempo de reaccionar al momento, agradecían con una leve sonrisa.

-Bueno, pero algún significado tenían, quizá para algunos les gustaban las formas, lo raras, otras más las ven como una energía -Dijo Diana queriendo encontrar una explicación al hecho de obsequiar una cosa como es una piedra y no una concha que podría resultar más atractiva-.

Eran de diferentes tamaños, claro, suficientes para ser llevadas en su maletín donde cargaba sus libros, tarjetas, periódico, quizá alguna golosina, morralla. Con una ceremoniosidad, metía su mano al maletín, tomaba el presente y con delicadeza se las depositaba en la mano de quien había conocido en el trayecto del tren. Se sabe que era muy platicador Don Severiano, inspiraba confianza y las persona terminaban desnudando su intimidad ante él que los escuchaba atento para en tres palabras certeras, sin ofender con sus aseveraciones, las personas sorprendidas digerían, llamémosle, palabras de aliento, sugerencia o una verdad piadosa.

-Entonces, yo podría creer que la gente esperaba, se me ocurre, un dulce, un chocolate que dicen que da alegría, una imágen, para los que son creyentes, pero ¿Una piedra? ¡Que extravagancia!

Por supuesto que Don Severiano al darles el "detalle" les hablaba al oído y sorprendidos se despedían satisfechos.

-¿Que les decía, cuál era ese gran enigma? -instó Karen-

Se sabe que una joven al serle entregado el bien recibido, curiosa le dijo "¿Por qué sí mí carga era tan grande, usted me concede la piedra más pequeña?" "Recuerda que las piedrecitas más pequeñas son las más molestas".

-Ah, ya entendí, la ofrenda recibida era significativo de la carga que la gente llevaba en su espalda.

Exacto, hay dones más valiosos que algo material y éste solo les recordaba a las buenas personas que se habían quitado un peso de encima, una carga, algo que no les permitía seguir adelante.

Recuerden, si algo les molesta

 ¡Quítatelo! Cuando unos zapatos te molestan ¿Por qué te molestan? ¡Porque estás creciendo! Muchas veces nos aferramos a no crecer.

¡Vámonos, que ya viene el tren!



viernes, 24 de febrero de 2023

EL LLAMADO

 


De pronto llega, me nubla la vista y me abre el alma.

¡Oh corazón mío no merezco esta distinción!

Si has decidido tocarme el alma agradecido estoy.

Ahora que te siento permite mantenerme en ti y no en mí.

Que mi dirección sean los demás sin olvidar quien soy.

Soy tuyo, te siento aquí cerca, tan cerca, que se ofusca mi ser.

Solo siento tu presencia en el justo instante que llegas.

No te alejes de mí porque sin ti nada soy.

Mantén la llama de fe, aún cuando mi destino lastimado está.

lunes, 20 de febrero de 2023

ENEMIGO



No le temas a los muertos, que amigos saben ser, son aquellos que en silencio aconsejan. 
Témeles a esos que juzgan, condenan sin conocer tus penas.
Los muerto ni alzan la voz ni ensalzan por mal o bien que les caigas.
La vida, risa, confianza, amor, penosamente fugaces son.
Le quedo debiendo a la risa que con llanto me cobró, lágrimas escasas en mí dejó.
No te fies de los vivos, más confía en los ausentes, mucho menos confíes de ti que por enemigo te tienes.
Ata al enemigo que frente de ti lo tienes, trátalo con amor que es lo mejor que tienes.


sábado, 11 de febrero de 2023

LA OTRA CARA

 

Fermín se quedó de ver con su mejor amigo Isaías en un parque intermedio que les quedará a los dos. Volvió la mirada hacia la fuente del parque, vió  venir a Isaías en pantalones con estampado de vaca ceñidos a su cuerpo y playera pegada a su muy delgada figura. Se dió cuenta que la gente lo miraba con morbo por su manera de vestir.

-¿Tienes mucho esperando? Parece que el metro sabotea mi intención de ser puntual jajajajaja -desinhibido como siempre Isaías se ríe de sus ocurrencias sin importarle el llamar la atención-.

-No te preocupes, me entretengo viendo a la gente y me pregunto a dónde va, qué es de su vida -sonriendo Fermín tranquiliza a Isaías-. Bueno ¿Qué hacemos, vamos al café de siempre?.

-Con este calor que parece que estoy en la menopausia se me antoja mejor un helado y vemos gente y echamos el chal aquí bajo esta jacaranda que da buena sombra.

Fueron a comprar su helado y regresaron a la misma banca. Hablaron de mil cosas y cada uno puso al tanto al otro de lo que no se habían contado. Por supuesto que Isaías era más extrovertido que Fermín y después de un largo soliloquio Isaías le da un femenino manotazo a su amigo -Aich, me estás tirando de a loco, no estás aquí ¡Ya regresa! -tiernamente le reclama a su amigo y le echa una mirada pícara-.

-Tienes razón, cuando venías, sentí que la gente se mofaba al verte. He visto en ti que te ha costado trabajo defender tu forma de ser, tu lucha por ser aceptado, respetado, pero la sociedad jamás se ha puesto a pensar que así como ustedes tienen que pasar un martirio al asumirse como gays, a nosotros los heterosexuales, ni pensarlo, no nos cuestionamos si estamos a gusto con lo que socialmente es lo correcto. -Era la primera vez que Fermín tomaba la palabra para expresar su sentir-. En nosotros no existe eso, de sí estamos bien con nuestro rol de heterosexuales, simplemente lo seguimos, pero me he dado cuenta que es muy duro tener que aceptarse como tal. Debo de casarme, mantener un hogar, seguir una lista larga de reglas, cumplir con los parámetros impuestos: Una mujer actuar y trabajar conforme a su condición y un hombre, no llorar, no expresar sus sentimientos, no sufrir, ser el fuerte. ¡Impensable cuestionárnoslo!.

Isaías, estaba realmente interesado en lo que Fermín le confesaba. No lo quiso interrumpir.

-No te lo quería decir -sinceramente prosigue Fermín-, he tenido enfrentamientos por nuestra amistad ¡Es que la gente no entiende una amistad como la nuestra, siempre piensan mal! ¿Me explico?

-Te entiendo -aseveró Isaías-. ¿Entonces piensas terminar tu relación con Leslie?

-No. Solo que hay momentos en los que la vida te hace reflexionar. Por ejemplo, como hetero soy partidario a que la mujer sea independiente, que ninguno deje su vida pasada por el solo echo estar casado, que conserven los amigos, compartirlos, que se tenga una independencia. Se me ocurre, yo no debo estar atenido a que,  Leslie, después de una jornada de trabajo deba llegar a cocinarme y yo viendo el periódico o la tele; debemos compartir eso, las obligaciones la vida. Entonces para nosotros también, en silencio, nos cuesta aceptarnos como heterosexuales.

-Yo sé que tú me conoces -dijo Isaías- quizá mi forma de presentarme ante esta sociedad es de reto. No todo lo que la "Comunidad LGBT" defiende, habla por mí, sabes que no creo en el matrimonio gay pero si en los derechos que cada individuo tiene. Que no debemos luchar por un derecho que nos corresponde.

A mí me quedó claro que no iba a tener hijos, ya mucho compromiso tengo conmigo mismo para perjudicar una vida que merece lo mejor. Conozco amigos que se hacen cargo de sus sobrinos y éstos terminan diciéndoles "papá" en vez de tío. 

-Guauuu, se nos fue el tiempo -Fermín mira el reloj y el helado derretido de su muy querido amigo de la infancia, Isaías-. El tiempo contigo se pasa como agua.

Se pusieron de pie y se acompañaron para después despedirse como siempre, con beso en la mejilla, sin importar el mundo.

martes, 7 de febrero de 2023

LAZOS


Hay cosas que solo se pueden explicar después haberlas vivido, porque de otra manera no sería creíble.

Quizá sea la fantasía de cada uno, pero en nuestro interior hay una voz que ve nuestro futuro que podría ser como nuestros deseos más íntimos, algunos se quedarán en eso, en sueños y otros nos sorprenderán.

Siempre tuve la certeza de haber nacido con estrella, un consentido de Dios. Suena soberbio, ¿Verdad?

No pretendas que te cuente absolutamente todo eh, Rey, pero si te voy a decir que fue en una calle cuando la vi, una mujer madura, yo un joven deseoso de descubrir mi nueva vida, esa que uno decide seguir, que nadie se la dicte. No te vayas hasta la cocina, no era el tipo de mujer, ni de la edad que me atrajera, más bien ella fue espontánea y me hizo la plática. 

Y allí, sin quizá imaginarlo, con el tiempo supe que el destino existe, sí, sé que no todo es el destino, lo debemos de trabajar, estoy convencido.

De ese encuentro vinieron otros, tomábamos café en Dunkin' Donuts. 

Mira, Rey, uno busca en las personas experiencias, vivencias que lo enriquezcan y aprender, porque es como vivir varias vidas al mismo tiempo, cómo cuando lees un libro. 

Un dia de esas pláticas se enojó porque solo nos vimos 20 minutos.

-¡Oye, cruce toda la ciudad para estar tan solo 20 minutos, a mí se me hace una grosería!

-Es que tengo que trabajar -yo le dije-, es preferible vernos un rato que ninguno ¿No?.

Y pasaron diez años para volver a hablarnos porque se molestó.

Diez años, en el cual el tiempo hizo su trabajo con nuestras apariencias. Yo, más maduro, ella, una anciana. 

Ahí es cuando me percaté el lazo que nos unía, el de la amistad pero también cabía la posibilidad de que fuéramos por nuestro apellido y el lugar de nacimiento de su madre y el de mis padres, quizá parientes. 

Ahora veo por ella y me sigue ilustrando con su vida pero sobre todo me hace ver mi propio futuro de cómo quiero vivir, llegar mejor a esa edad.

Más importante que cerrarle los ojos a alguien es habérselos mantenido abiertos.