jueves, 3 de diciembre de 2020

ESTE ES MI TIEMPO

 ¿Son los tiempos o soy yo? Son vertiginosos pero lentos, bruscos, suaves, intocables, difíciles de comprender.

Ya se fueron esos días donde lo que importaba era la nada de un camino, de una lluvia, de un atardecer en el que pateaba una pelota al tiempo de meterse a la casa; leche con pan. Nada hacia falta, con eso bastaba.

La escuela, repasar la clase de civismo ¿Realmente le entendía? Ahora sé su significado: el respeto, los valores... No. eso ya no importa en nuestros días; todo a cambiado.

Uno va tomando conciencia de su entorno, ahora parecen tomar importancia los cambios políticos, nosotros siempre pensaremos que nuestros ideales son los correctos y actuamos con las mejores intenciones. ¿Vale la pena la lucha, nuestra particular lucha en contra de políticos amañados? Siempre es loable defender nuestros ideales pero muchas veces en esa lucha también perdemos lo que no deberíamos de perder: amigos.

Sin embargo los primeros en descalificarnos somos nosotros mismos, somos nuestros más feroces críticos y nos saboteamos; tenemos la fuerza, el coraje, la inteligencia de marcar con nuestro sello estos tiempos donde muchos deciden pasar desapercibidos aunque nuestra lucha se parezca a un grano de arena y la arena no llega a ser ella sin ese insignificante grano.

Añoramos el pasado, nos preocupa el futuro y el presente, éste es el que debemos de vivir, de cambiar, de aprovechar porque se va. Crear, modificar no sólo nuestras vidas, sino las de los otros porque sabemos que seremos en cuanto hagamos un legado para los venideros, aprovechar las coyunturas y jamás callarnos, claro, tener la humildad de saber cuando estamos equivocados, por eso siempre es necesario gritar las injusticias.

Es más fácil quejarse sin participar en la carrera, es más cómodo permanecer en el anonimato pero al final si tenemos un poco de vergüenza nos lo recriminaremos... Y será demasiado tarde.

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