Quedé abandonado a causa de mi adicción y por ella estoy confinado a una silla de ruedas.
Finalmente fue mi decisión porque me lo advirtieron y continúe rodando hasta el fondo.
Con inverosímiles pretextos me engaño, pienso que es una venganza de mí, a aquellos que me aman.
Y nadie viene a rescatarme cuando ni yo quiero salir de ésto porque me es cómodo.
Me obliga a olvidar, a evadir y negar el estado de estupidez en la que me mantengo.
Lo necesito como al aire, ignoro y estoy muriendo antes de saber lo que era vivir.
Ya no hay marcha atrás, a mis otros los miro con indiferencia y ellos a mi con dolor.
Jamás pensé llegar hasta aquí y que éste es el lento final y ya no existirá oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario