Me resulta nostálgico despedir este año, porque no solo le diría adios a el, sino a toda la gente que perdí. Parece que los olvidé, pero no. Los tengo clavados en mi ser.
A ellos quiero decirles que siempre los llevaré en mí, que jamás los voy a olvidar, hay veces que me sacan una sonrisa, carcajada y lágrimas cuando los recuerdo o se meten en mi rutina, logrando que me vean raro. Yo soy el que ve raro al mundo, anda agresivo, se olvida de los suyos, no los recuerda, los veo sin pasado, sin historia, vacíos ¿Será la edad?
Me acuerdo de ti, de él, ella, de aquél y me siento vivo, miro el instante próximo y tomo fuerzas de seguir adelante porque sé qué tarde o temprano ya no tendré la oportunidad de continuar viendo la evolución de este universo al que pertenezco y del cual debo de contribuir a ser mejor para aquellos que aún me quedan, aunque muchos de ellos me resulten extraños.
Me preguntaba si es la edad, yo digo que no. Es la experiencia, esa que se me presentó de tajo siendo pequeño, la misma que me puso en el lugar, no sé si correcto, sin tan solo preguntar. Y, no me quedó más que tomarla, así, sin saber, me la sorteé, aprendiendo a crecer.
A ustedes que ya no están los echo mucho de menos pero me dejaron infinidad de experiencias, me mostraron a ser flexible, pero firme, que, el tiempo que yo permanezca aquí lo debo vivir, intenso cuando lo requiera, tranquilo cuando sea necesario, en paz, pero sobre todo consciente del don que es el estar.
A los que seguimos, Muchas Bendiciones, no hay prisas, reglas, metas, ya que todos llegaremos. Mejor que en este camino vivamos, gocemos cada instante; aprendamos de cada momento y compartamos la experiencia de vivir en la armonía que Dios quiere para cada uno.
¡Feliz año Nuevo!🍾🥂💫🎊🎁⏳