lunes, 5 de junio de 2017
FLORES MARCHITAS
Nos damos cuenta de que a José le da miedo todo, ahora que la madurez de los años le ha llegado, ahora que se percata que al paso del tiempo, a causa de su ligereza de batear amigos con su soberbia, pedanteria, majadería e intolerancia, se ha quedado solo, sin nadie, sin amigos, sin familiares, aunque le sobreviven.
Irónicamente nuestro edificio está al lado de la pulquería "Salsipuedes" que se encuentra exactamente frente al cementerio, bajo su nombre dice: >>Aquí se está mejor que enfrente<<.
José tiene una extraña manía de visitar el panteón para constatar con la fecha de nacimiento y el deceso, los años que vivió el morador de cada tumba, para darse cuenta de los años que él ha vivido de más, ¡vaya pasatiempo! Tal vez no le han contado la historia del campo santo que se inauguró con la primer víctima de cólera que azotó la comunidad y cerró sus servicios con la última que murió por la epidemia y, a fuerza de superstición, se abrió un nuevo cementerio a la orilla de la carretera con el fin de brindarles a sus inquilinos algarabía al paso de los vehículos.
A mí, Carlos, me gusta la vida, a mí, que soy vecino de José, el hombre de los ojos de la miel que le brillan con un sólo rayo de luz y que es del dominio público su historia que, por celos y orgullo, amando a su pareja la dejó.
Es entendible acabar una relación por ausencia de amor, pero es inconcebible y triste darle fin cuando se ama todavía a la persona, con todo y las desavenencias que se dan y no luchar por no sufrir, quizá por esto en sus visitas al cementerio busca lo que ya no puede encontrar: que le debatan, que le discutan. En cada viaje que le toma cruzar la calle, sabe el daño que se hizo ¡Qué pena por ti José!, eres callado, introvertido. ¿Qué les contarás a tus amigos de enfrente, qué te hagan un espacio del que ya no crees tener aquí? José, el de los ojos de la miel que pepitas de oro discreto solloza, recuerda, que nosotros, día a día cambiamos, jamás somos los mismos y los muertos desde el día que mueren y son enterrados que, aunque se diga lo contrario, tampoco son los mismos, son volubles por el tiempo, el aire, el agua, la tierra, el fuego y, aunque se crea lo contrario, nunca dejarán este mundo.
¡Tú!, que buscas vida en aquellos a los que vida les falta para arriesgar lo que tú ya no quieres... ¡Vivirla!
CUANDO LLEGA EL OLVIDO
Y de pronto me meto al mar con toda la intención al salir de extraerle todo lo que guarda ¡y cual! de todo ese mundo prometido sólo saco unas gotas que resbalan en todo mi cuerpo, mas bien me timó su inmensidad y se quedó con todos mis sueños, recuerdos, secretos y con tus besos de los cuales ya no me preocuparé porque alguien venga a hurtármelos, ya que me queda la certeza de que al mar no le sacas en absoluto ninguno de ellos y ni sus mágicos tesoros.
En este pueblo de pescadores donde en sus redes cuelgan sus historias y las orean al viento como sus sombreros y abanicos para alejar el bochorno de las penas que no les importa.
En la cafetería con sillas de madera y mimbre donde se sorben los sorbetes con sabores de costa (sal, arena, palmas, piña, brisa y coco). Con pipa en mano, pido mi bebida.
- ¿Dé qué sabor quiere su chocolate?
- ¿Cómo qué dé qué sabor quiero mi chocolate? Pues de lo que es.
- Tenemos de chile, cítrico, licor, café y menta.
Aspiro el ambiente y resucito en el olvido de cada instante que pasa en blanco mi pesar por ti. Por esto regalé el reloj porque siempre me presionaba con el tiempo del recuerdo y comencé a envolver mis presentes con papel periódico y hojas de libros ya leídos, escogidos para así, de esta manera, despertar un poco de curiosidad a la lectura, pero ni aún así he hallado otro amor que el olvido ni hallado otra vida que la muerte.
Y por fin, en el placer de no pensar, en el placer de perderme, del abandono, de probar la diferencia intensa de mis lágrimas y la sal, me llegó el olvido y con el... tu muerte.
MI LEGADO
Hijo, si te corrijo, no solo te corrijo a ti, sino a los hijos de tus hijos.
Si amo a los hijos de tus hijos, a ti de antemano amo.
Amo porque me amaron y pensé que lo malograron.
Lograron pensando en el bien que me legaron, no permitirme hacer lo que yo hubiera deseado que ningún bien me hubiera dejado.
AMOR
Quien viera el árbol fuerte, frondoso, con frutos, jamás pensaría en las tolvaneras, heladas, en aquellos que quisieron arrancar sus raíces y en los días que pareciera seco, muerto.
Quien lo viera así desearía por más ser como él, con vida, erguido, con futuro y convencido que vivirá nuevos vientos que sacudirán sus ramas, pero no sus raíces.
JUNGLA
El eco de los murmullos de todos los animales que habitamos la selva de neblina se escuchan en las luciérnagas que alumbran su noche en espera de un nuevo amanecer.
LO INEVITABLE
Tiempo, devuélvete por donde vienes, no se te ocurra pasar por mi periferia y respeta mis años mozos.
Ya que eres cruel, arrasas con mis sueños y le pones olvido a quien me besó los pies.
No contamines mi presente con tu presencia porque le quitas esencia y te llevas lo vivido vertiginosamente.
Detén tu ritmo cuando visites mi espacio para que mis vivencias sean inmarcesibles cuando sean sólo de encanto.
No me atormentes con tu sigiloso paso para dejar mi lozanía en el pasado, ¡retirate, ignorame! ¡Y no me arranques todo lo que amo!
Que tu cadencia sea como el tañer de la campana que dure si de gozo se trata y no te retires como su eco cuando amarguras sea lo que cargas.
Tiempo, si no es sabiduría que has de dejar más vale que tarde tu llegada y si de madurez se trata que solo sea por mi experiencia mas no por que insistas en llevarme la contraria.
O de menos tarda, cristaliza tu estadía en mis momentos de serenidad, que así, si te doy permiso de andar.
ONÍRICO
Pensé que dormía y al alba marchabas
en los días soñaba que tú retornabas
fueron las hojas que Ehekatl arrastraba.
Creí en la sonrisa que me brindabas
lagrímas heridas mi dermis sanaban
mi pecho contuvo un latido en llamas.
Nació la verbena de mis entrañas
mientras tú exhalabas sin alas...
y sin mi.
Adolfo Delgadillo Padilla
Glosario: onírico.- Del sueño, lo que se imagina mientras se duerme.
Ehekatl, Ejecatl.- náhuatl, Dios del viento.
lagrímas heridas mi dermis sanaban
mi pecho contuvo un latido en llamas.
Nació la verbena de mis entrañas
mientras tú exhalabas sin alas...
y sin mi.
Adolfo Delgadillo Padilla
Glosario: onírico.- Del sueño, lo que se imagina mientras se duerme.
Ehekatl, Ejecatl.- náhuatl, Dios del viento.
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