Eres vicio, erotismo que masturbas los sentidos, eres beso que acompaña al navío ¡Eres tú!
Tú espuma, tú tremor, eres mansa y tela de algodón virgen que cubre con caricias mi camisa.
Onda sinfónica de susurros hipnotizantes de arribos continuos y constantes fruncidos.
Te ciernes a mi vista para luego replegarte.
Impetuosa te presentas, temerosa te relajas, violenta desprendes los cristales expulsados en la roca y los peñascos.
De constantes arrumacos te muestras turmalina, jadeíta, turquesa y venturina, en ocasiones te presumes acerina. Si de ópalos titirantes y de cuarzos tus reflejos ¡Dame ola un consejo! ¿Me retiro o me quedo desmayado ante tal atrevimiento?
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