domingo, 7 de abril de 2024

EL PECADO RESQUICIO DE LUZ

 

¿Por qué yo Señor, que soy debil a faltarte? Si cuando seguro estoy mi decisión se abate.

Nunca me has pedido no pecar, más cuando peco es bien sabido que no me saben más que aflicción.

Soy tan indigno a tu vista mucho más que yo te vea, y ahora que te he visto ¿Dé qué soy merecedor? 

Más insisto al ofenderme, es injuria hacia ti, tú no sé si indiferente, no prestabas atención al insolente.

Más fuerte es mi razón de no hacerlo y débil mi acción, que cedo ¡Oh, qué mortal condición pongo de pretexto!

Es el fuego que mata mi deseo de adorarte y es la luz que pierdo y tú te empecinas a ofrecerme.

Se es más libre dentro que fuera, más a la muerte ya no temo mucho menos a otros defectos.

Si no fuera por flaqueza perdido estaría, más por ceder, pude verle a Él.

Por no temerle al demonio, me veo constante en su compañía, tu solicito amparo me arranca del engaño.

Y a Dios yo le temía, eso me enseñaron. Llegó Él, y yugo de Él, me arrebató, y hoy libre yo lo amo.

Entendido queda que no quiero que me crean, ni entiendan; yo solo sé que así es.

Solo sé que era Él y no busco explicación. Es luz, luz que cabe y no cabe e imploro no se apagué.

Luego tarda, no hace falta que lo llame, Él llega sin que le clame, en instantes imprudentes. 

Dejo lo que hago para entregarme a su atropello advenimiento y me ciego, lloro y me lleno gozo.

No soy digno de admirarte si no entiendo el mensaje. Porque insisto en flagelarme con placeres que me harten.

Ni imaginarme yo podía algún día, ver lo que veía, aunque en sueños, sueños reales vivos veía.

¿Qué es el pecado? El daño a mi y al ofendido más la tristeza por quién vivo.

El infierno es un estado y no un lugar que nos tienen condenado, y que muchos un lugar hemos cimentado con muros difíciles de derrumbar.

Vida que si no perderla y ganarla en vida y perdida si no la pierdo por vivirla.

Pecado, vacio que me llena de flama perenne.

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