sábado, 16 de septiembre de 2023

AMOR CLANDESTINO

 

En un lugar de la clandestinidad delirante, yo te miro... a los ojos... comiendo del mismo platillo.

En un lugar secreto de nuestra ofuscación te perdí... y deliro a pesar de tu olvido... que compartimos lo mismo.

El deseo, la entrega. Lo mío lo he perdido, todo es tuyo ¿Cómo recuperar? ¡Amor mío! ¡Dime! Tu cariño.

En un resquicio de demencia la cordura se ha ido, ya no sé si estás o estoy muriendo contigo... solo, sin ti.

En mi lugar de insensatez he perdido más de lo que contigo gané. Este amor es una rareza...

Que en manos de la locura he dejado... y sin embargo sigo tan perdido cuando me encontraba contigo.

¡Basta! ¡Ponle fin! ¿O qué pretendes que sea yo, cuando sin voluntad sigo? 

Me retiro, recuperando lo perdido de cenizas por el fuego compartido.

A VECES QUISIERA NO TENER AMIGOS


A veces quisiera no tener amigos porque cuando se van es difícil no incluirlos.

A veces no quisiera tener amigos porque cuando nos fallan a ellos mismos engañan.

No quisiera amarlos tanto y fingir que me son indiferentes.

Cuando el dolor de su ausencia e ingratitud derrite mi esperanza.

Ya no quisiera tener amigos porque se abandonan a amores perdidos y desdeñan cariños genuinos.

A veces quisiera no tener que despedirlos para después tenerlos en el olvido.

A algunos los recuerdo con sonrisa, melancolía o añoranza vívida.

El dinero confunde la sinceridad, lealtad y sencillez con la adulación por interés. 

La verdad dicha, peca, y a una piel delgada a la crítica, mata.

El que no transforma a sus amigos en enemigos, no vive.


No quiero amigos...


Pero veo tu esencia, identifico mi carencia y decido el camina andado.

A mi lado te quiero tan como soy, tan como odio tu sinrazón, amigo de mi corazón.

A veces quisiera, a veces no quisiera querer al amigo de esta manera.

A veces los amigos para siempre aunque nada es para siempre, mi amigo serás.

lunes, 4 de septiembre de 2023

APRENDÍ A DEJAR

Aprendí a ir dejando todo en el camino, me di cuenta que no era necesario cargar con mi destino.

Los prejuicios, las ideas se convirtieron en lastres que mantenían atado a uno.

Me abrí como una flor, me deje arrancar de donde pertenecía para ser de donde no conocía.

Abandoné el dolor porque me esperaban otros dolores, para qué acumular.

Me especialicé en desamores pero esos diplomas en el baúl de recuerdos y en llave los tengo.

Dejé colgada mi tristeza secándose junto con el llanto, ahora solo lágrimas valederas.

A la preocupación así la olvidé, angustiada a que regrese yo, sacarla de ahí no puedo. 

Desdeñé la esclavitud de la apariencia, a la soberbia al sótano de la indecencia.

Los recuerdos de otro color los tengo, unos me dan fuerza de seguir viviendo, otros...

Ahí, para saber de donde vengo, tener presente a donde voy y, el futuro...

Para qué quiero al futuro, que me espere hasta donde yo y mis sueños lleguen.

Dejé todo, casi todo, cargo conmigo un piquito de nostalgia...

Que me hace recordar, sin embargo, te dejé a ti y junto a tu nombre, también, dejé una flor.