miércoles, 26 de julio de 2017

COMPLICIDAD


Ódiame conciente aunque me ames inconsciente.

No importa que me odies despierta, pero ámame cuando duermas.

Porque en el sueño nada dura pero es el lugar donde se hacen locuras.

Ahí es donde se ama irreal, se inventa y el éxtasis se vive porque en lo real no existe.

El día en que mi corazón se humedezca por tus besos rebozará mi alma.

Ámame que no seré más miserable que las tinieblas que me permitan tocarte.

Si me amas, ámame ya, que el odio con amor conciente es consciencia real.

YA NO ES


Ya no es la tristeza de antaño ni el abandono de ayer ni el amor alejado.

Ya no es tu mentira ni mucho menos la herida, ya no son tus caricias que de hielo serían.

Ya no es la caída ni la burla por ser, ya no es el negado plato que deseé.

Ni la falta de manos que acaricien mi ser ni el beso en la mejilla que por ti no pude tener.

Ya no es la amargura ni el recuerdo de ti, más bien es la fuerza que ha nacido dentro de mi.

Y por esa yo vivo por lo que me quede de vivir; ¡yo soy pretensioso!

La soberbia la dejo no la dejo en mí, que se quede con ellos los que me hicieron así.

¡Que orgullosos se han de sentir!

Ya no es el pasado que me detenga a mí, ahora miro de frente y lo he de sentir.

SIN SENTIDO


Mi estadía en el mundo se asemeja a los ríos, que en cada lugar cambian de nombre: unas veces vida, otras tristeza o alegría o quizá melancolía, alegre soledad o soledad tristísima.
Como tu nombre ausente dejó mi existencia vacía y llena de dolientes recuerdos y un hueco que no logro identificar en dónde se localiza, si en mi pecho, a un lado del corazón; no sé, pero no me permite respirar. Quizá en el fondo dejar de respirar deseo, porque si tú no estás yo tampoco quiero estar.
Deambulo la vereda que corta el campo y que parece continuar su camino hacia el mar, ese mar azul que se encuentra abajo de la gran loma que divide mi pueblo.
Ya no encontraré tus pisadas sobre la playa y tampoco te he encontrado en mis sueños, tus apariciones en cada reposo nocturno por breve que sea se han agotado.
Me dicen que bien amé a quien mal me quiso y que tengo que obsequiar mi ausencia a quien no aprecie mi presencia pero, en realidad a tu lado yo me perdía, en tus brazos, en tus besos y ni como reclamarte que me regreses aquello con lo que te quedaste.
Subiré la loma, la andaré las veces que sean necesarias y desandaré el sendero, engañaré a mis pies, los obligaré a hacer surcos en diferentes lugares para qué: si en tí me perdí, perderme otra vez, que bien que se me da, ¡perderme! y, si es posible, ni yo mismo hallarme que nada de valor me quedó por todo lo que me hurtaste.

LLUVIA


Ver la lluvia, ver el agua que besa la gota, ver la lluvia que abraza la fuente.

Ver la lluvia que enamora al río o las gotas que se enmarañan y danzan en las olas.

Ver la lluvia en mil cristales lustrar las hojas de los árboles y abonar sueños.

Mirar la lluvia resbalar los paragüas que a enamorados oculta cuando un beso se dan...

Pero las gotas brincan, me rodean y bailan con la gota que resbala mi mejilla.

MI OCASO


En mis horas oscuras,
cansadas de crear,
aún tengo las ganas
como el mar, de acariciar
el contorno virgen de tus besos.


Y si mi ánimo mermado
encuentras al filo de mi
noche, con un sólo mirar
tuyo, ¡tuyo seré!

En mis pliegues hallarás
escondido el placer dormido
de mirar el mundo pasar,
y tú me detendrás.

Con tus ríos que marean
destellantes de estrellas
e iluminan mi agonía
¡por ti continuaría!

DON PRUDENCIO


A causa de una enfermad incurable Don Prudencio ya había cambiado su ataúd tres veces porque había pasado de moda. El día que aconteció su deceso lo tuvieron que envolver en las sábanas que le habían cambiado el día anterior y lo amortajaron en un petate.
Tanto prever para vender el último sarcófago que no tenía aire acondicionado por uno que sí lo prometía, pero a esperanzas de que no moría se lo iban a suplir dos días después de que por fin dejó este mundo.
Sus deudos a última hora decidieron enterrarlo al lado de la fosa común, que es gratuita, porque allí se daban las rosas más bellas de la región.
- Mi adorado esposo era muy generoso- dijo Doña Labiuda que ni tardo ni perezosa corrió a comprarse para el velorio el vestido floreado que "Don Precavido" no le compró por ahorrativo, el cual nunca fué vendido por la boutique por extravagante ya que sólo vendía ropa común y corriente.
Los Dones tenían un hijo muy ambicioso en la capital el que recibió un telegrama que decía "mamá testó" y cómo era de esperarse por salir como la madre, jirito, jirito llegó a ver qué le había dejado de herencia su mamá.
No, Amnesia tiene memoria de teflón, yo le dije que te mandara un telegrama diciéndote que papá testó, pero lo que ella quiso decir es: Mámate ésto, mamá fué la heredera de papá y se fué con su amante a disfrutar los reservados de papá.