domingo, 30 de octubre de 2011

Sueño de Edipo

Comenzaste a tocarme exactamente donde el estremecimiento de mi  ser  daba al máximo, embelesado te suplicaba con mi sola mirada que no te detuvieras y sin miedo a mermar la intensidad de tu erección ni la lubricación extrema que tenias, empecé a tocarte a aspirarte.
El ambiente lascivo representado por tu sudor y mi taquicardia mesurada era un deseo necesario, libre de prejuicios, me abandonaría al placer del control, de sentirme amado, tuyo; una manera de entender que esto me libraría de mi desamor… abandono.
Lo emanado de tu piel de encino lo degusté sin prisas, las cadenas se reventaban, los lastres desaparecían poco a poco, los recuerdos se desvanecían, las heridas sanaban a pesar de que con precisión de cirujano invadiste lo pecaminoso, que en ese preciso momento se convirtió en lo utópico jamás sentido y puro.
No había duda hoy me queda claro, siempre me habías amado y venias a entregarte sin pudor ni culpa… la comunión tácita. Un orgasmo del alma que se asevera con un sentido “Gracias” Aunque sepa que eres mi padre.

                                                                                                     Te amo

1 comentario:

  1. Muchas veces nuestros sueños no son en realidad lo que deseamos o literales, mas bien son una herramienta para desvelar la realidad. En este caso es un perdón del hijo al padre y lo representa en la comunión mas tangible que tiene el ser humano al entregarse al ser amado que es segundo amor más puro después de la madre. Por favor no olviden poner sus comentarios aquí y recomiendenme con sus amigos y conocidos.Gracias

    ResponderEliminar