sábado, 28 de octubre de 2017
NO ME DESPIERTES
- ¡Te digo que no me despiertes!
Sólo hazlo cuando el perfume de la tierra inunde el espíritu y el ambiente, cuando el ocote tome vida en el anafre o los portales revienten de pan de horno y la bebida de los dioses acompañada de canela ahogen tus pulmones.
Y tú ya duérmete que de tanto descubrir ese enigmático lugar te cansarás, que ahorita no me dejas pegar ojo por tanta pregunta, mejor interrumpe mi descanso cuando el tiempo inmovilice a los peces en las redes de los pescadores... sólo entonces.
- ¿Cuánto falta para llegar?
-Dejame conciliar mi sueño. Cuando de espejos en vez de tierra veas y por sus reflejos todo doble; interrumpe mi descanso.
¡Carajo! Ya me tienes harto con tu juego del teléfono móvil, ponle silencio porque ni cuenta te darás cuando las pesadas nubes hayan terminado de descargar el alimento de la vida y las golondrinas hagan llover con su vuelo las cúpulas de las iglesias y remover las gotas de las hojas de los árboles para hacerlas caer en las bancas del parque principal enjoyando de brillantes los pétalos de las flores.
El autobús se detuvo en un pueblo.
- Voy al baño.
- ¡La mula al trigo! ¿Qué ya viste arder los techos de las casas o las piedras correr por las pendientes cantando por la lluvia? Cuando veas eso avísame, avísame cuando creas que llegamos al mismito cielo porque las nubes danzarán contigo al unísono de las flores de cempasúchil resguardando a nuestros ancestros.
- Ya llegamos.
- No me despiertes, estaba soñando con Pátzcuaro.
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