sábado, 23 de mayo de 2015
PORDIOSERA
Inocente vivencia oportunidad perdida
mi cuerpo delgado, gruesa esperanza
tanteo futuro en una enramada.
Si te causa risa mi agonía
la paz de mi alma te enfría
mi casta vivencia en ti confía.
Monedas al aire, las muecas recojo
atraso el tiempo mi futuro incierto
no hay tiempo de orgullo al viento.
Famélica soy y usted tan llena de pena
carezco de oro y muñecas añoro
mis garras insultan tus prendas insulsas.
¡Ay mexicana te mofas de tus hermanas!
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pobre México. Adolfo Delgadillo Padilla. pordiosera,
pobreza
YO JONADAD
He posado mi fulgor en tus ojos,
mis cabellos en tu almohada,
pegado mi boca a tus labios
y mis manos en la nada.
Mi espíritu vuela, no descansa
sin embargo en la barcaza
de este viaje, descubro añoranza y reciclaje.
Me abro paso con mi lengua, caminos ando en tus laderas,
ríos, lagos, selvas; retomo mis huellas
difumado entre tus piernas.
Y a veces te aspiro, otras te bebo,
llego al fondo de tus venas,
tu corazón frente al mío y te tengo.
miércoles, 13 de mayo de 2015
TEHUANA
Parida de barro negro.
¡Mujer divina!
de labios rojos,
altiva como la luna
y adornada por el sol.
De tocado al cielo tienes,
bordados en tu cara
cual nubes deshiladas.
La alegría en tu vestir,
por tu garbo cantan flores,
pirotecnia hilada
con tu ir y venir.
Juchiteca hermosa
de ágiles ademanes
plásmate cerca de mi.
A falta de tus besos
mis labios sedientos,
acompañame al río
no me dejes así.
Muñequita frágil
de carácter firme,
en canto zapoteco
dime un secreto.
En tus brazos quiero
resguardar mi corazón
por tus ojos color miel
yo pierdo la razón.
LA DUDA QUE CIEGA
Se despertó sobresaltada, sudorosa y con taquicardia, sus ojos abiertos no podían ver en la oscuridad, en la oscuridad de su pasado.
Después de la violación ya nada era igual, su sueño y aquella insertidumbre que no la dejaba que, ni en la terapia con el psicólogo parecía no tener respuesta. Trataría de volver a conciliar el sueño, como todas las noches.
A Carlos le llamaban "el marcado" por un lunar en forma de equis en el hombro derecho. Su origen es incierto, dicen los que saben que fue adoptado por un matrimonio de muy buena posición económica, que les fue secuestrado para obligarlo a robar.
Matilde fue dada de alta por su terapeuta. Todos la sabian sobria, nostálgica, reservada quizá por su viudez, con dos hijos que ya tenian vida echa. Su familia no se atrevía a inquietarla con el secreto a voces para no perturbarla acerca de su pasado, que sus hijos sabian, pero del que no hablaban.
Era evidente la belleza y aire distinguido del <<marcado>>, el cual no encajaba con la frialdad de su personaliad, era calculador e inexpresivo, aunque cuando veia a un niño se le dulcificara el mirar.
Matilde vivía de las apariencias, le importaba "el qué dirán"; con justa razón, siempre le atormentó su desgracia de que su padre le arrebatara a su primer hijo y le regalará a un orfanato, aparte de la segunda violación que a nadie entero, salvo su psicólogo ocurrida a sus cuarenta años.
"El equis", como también lo conocian a Carlos, era escurridizo, falsificaba documentos para ocultar su identidad y así poder evadir a la justiacia y a los que lo envidiaban por lo que había logrado por su "oficio". Era desconocido su interes de olvidar y comenzar una nueva vida, de dejar el deseo de no haber conocido a su madre, de dejar atrás su abandono y dedicarse a otra cosa. Eso ya era imposible, no conocia otra manera de vivir o más bien de sobrevivir. En realiad contados sabian su nombre... Carlos.
Como de costumbre, Matilde se despierta en la madrugada ¿Cuántos años lleva con esta rutina? Toma el vaso de agua, lo sorbe para calmar lo reseca de su garganta, como siempre, trata de no darle importancia; la violación de cuando contaba con cuarenta años ya la había trabajado en el consultorio del psicologo, pero no había sido del todo honesta con él. -Ya no tiene caso-, se dijo. Esa primera violación quedó en el disco duro y en el hermetismo de su familia, la acción de su padre y la incapacidad de luchar por ese ser indefenso pertenecia a su pasado que ya no existía.
No hallaba la manera esa noche de conciliar el sueño. Prende la televisión, cualquier programa daba igual; eran las noticias. "¡Cayó el peligroso asaltante -el marcado-!" Con la foto del delincuente, con el torso descubierto. Matilde, temblorosa al fijar su mirada en el lunar en forma de una equis en el hombro derecho del bandido expuesto, no pudo evitar apretar con todas sus fuerzas el control de la televisión para luego perderlas y dejarlo caer seguido de un grito ahogado... ¡Noooo! Quedó paralizada, ausente. Inmediatamente llega la muchacha a su servicio, la cual estaba acostumbrada a sus pesadillas, pero ahora ese grito seco, como alarido la hizo acudir a su auxilio.
-¡Señora, señora! ¿Qué le sucede?
Después de reaccionar pudo valvucear -¡Es mi hijo, el fue! ¡Es esa marca que me tenia detenida, la cual no me dejaba en paz, que me negaba recordar! Como en una confesión, prosiguió: ¡Encontré a mi hijo y violador al mismo tiempo! ¡Oh Dios! ¡No puede haber una marca igual, en el mismo lugar. Todo coincide y el tiempo!
La muchacha dejó de prestar sus servicios para doña Matilde por cuestión del secreto develado. Carlos en su celda recibió una carta donde Matilde, su madre, le confesó todo y la mala jugada que la vida les hizo, le pidió perdón, le decia que lo amaba y que también lo perdonaba porque ella era la mujer que había violado en la carretera a Cuernavaca y pudiera arrepentirse, que porque era claro, que por la vida que llevaba, nunca lo haría.
La intensidad de la conciencia es como la intensidad de una luz que ciega.
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LA ESTACIÓN
El tiempo se detuvo en nuestra niñez, dimos por hecho que siempre íbamos a ser niños.
El tiempo se detuvo en nuestra adolescencia, creímos que siempre tendríamos juventud.
El tiempo se ha detenido en nuestra madurez, pensamos en la vejez hasta que el tiempo en realidad se detiene y ya no nos da tiempo de pensar.
AGUA
Eres brochazo azul, delgada pincelada transparente e incolora, verde agua, turquesa indefinida, mosaico cortado por rayos de luz, dedasos de Van Gogh.
Revestida de follaje, arte, vida, muerte oculta, árboles que te resguardan del sol quemante, nubes fotografíadas en tu superficie que es casa del sol, luna y cuando me asomo, casa mía.
Perteneces, te compartes y muchos por tu ausencia fenecen cuando arrebatas al indefenso de vivienda.
Ojo de dunas y cactacias, de flores milagrosas, espejismo bendito bálsamo de mentira, cualquier tesoro es mínimo con sólo una gota tuya.
Delicioso maridaje con frutos salvajes.
Te me antojas amarillo, rojo, rosa, vino.
Caes como lágrima de Dios cristalina o Maná de cielo húmedo estrellado.
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