jueves, 26 de abril de 2012

MORIR EN EL INTENTO

  

Llevaba 3 mese  saliendo con Efraín, un muchacho moreno, delgado, de ojos expresivos y actitud varonil; en su comportamiento era educado, atento, pero reservado. 
Este tiempo fue necesario para tomarle confianza y, la verdad, cariño. Andábamos juntos a todos lados: al super, al cine, a comer, a una reunión con mis amigos; en todo momento quería estar conmigo, salvo ese día que era domingo, en la fiesta de cumpleaños de mi sobrino, un agasajo familiar, a la cual no era momento de llevarlo, porque significaba dar explicaciones a mi familia de otro “nuevo amigo”. 
Al cerrar la puerta, la fuerza de la costumbre como siempre nos acompañábamos- le eché llave a la puerta  y a la reja. 
Efraín no se percató que lo dejé encerrado y pasados unos minutos (no podía perder tiempo), comenzó a desconectar el televisor de plasma, el DVD, el mini componente etc. Estaba decidido a robarme ahora que se había ganado mi confianza. 
Mientras que yo unas cuadras adelante me percaté que había olvidado el regalo de mi sobrino, vire el coche y me volví hacia mi departamento y en ese instante caí en cuenta que, había dejado encerrado a Efraín.  
Llegué, abrí y mi sorpresa fue mayúscula, cuando me dí cuenta que el muchacho que apenas tenia poco de conocer me quisiera agradar, queriendo cambiar los mueble y darle otro aspecto al departamento y, obviamente limpiar los rincones en donde ni la señora que me hace el quehacer, suele asear.  
- “¡Pobrecito!”- pensé. Su estupor fue mayor que el mío, se ruborizó y quedó mudo al quererme explicar que me quería agradecer de ese modo –pues no tenia otro- su acomedimiento. 
- ¡Hermoso, no te hubieras molestado! – Le expresé dándole un fuerte abrazo- este remodelamiento me hubiese encantado que lo hiciéramos juntos-  
-Mjh, no es nada, quería granjearme, pero llegaste y el sorprendido fui yo-  
-¡Anda, anda!, ponte una camisa limpia, arréglate ese pelo y me acompañas a la fiesta ¿va? 
Efraín se quitó la gorra, se acomodó el cabello con agua y gel. Salimos del departamento entre risas y a mi se me olvidó echarle llave a la puerta y a la reja. 

                                                    www.adolfodelgadillopadilla.blogspot.com 
                                                   Mail. Adolph_5@hotmail.com 

1 comentario:

  1. Cuantas veces nos cegamos cuando nosotros estamos firmes a que una relación se de a como de lugar, sin fijarnos en que si el otr@ desea lo mismo.
    Se darán cuenta que dejo abierto el cuento para el fina ¿ Se dará la relación, se dió cuenta que lo que quería el hombre es robarlo, el ladrón ante esta actitud se enamorará?

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