¡Espérame! No partas, que aún nos debemos esos besos que nos hieren el alma.
¡Aguarda! Porque nos queda tiempo para descubrir caricias impuramente virtuosas.
¡Detente! cuando penetres donde ni a mí mismo se me ha revelado ¡Continúa!
Que el horizonte que miras sin mí es un espejismo que te hará sufrir ¡Sigue!
¡No partas! Sin haber agotado los recursos que emanan de pasión por tí.
Incansable mi deseo, insatisfecho mi cuerpo, anhelante mi sed, fuente de amor.
¡Para! Que el miedo no se ofusque en cuanto indecisión de tu parte veo.
¡Oh aflicción de un amor irresoluto!
¡Ve, ya no espero! ¡En otro amor me fiaré!