miércoles, 4 de mayo de 2022

LAS DUEÑAS DE LA CASA



Una mosca comenzó a revolotear justo cerca de mi oreja, la espanté con un movimiento sutil con la cabeza, al instante otra se me paró en el brazo, lo moví y se fué para después posarse en la mesa que me senté de una cocina económica del pueblo que visitaba.

Llegó el agua de guayaba, pedí aparte agua simple porque en esos lugares son muy adictos de ponerle mucha azúcar y no me equivoqué; inmediatamente otra mosca peleaba por la jarra con otra pero mi mano las espantó, otras estaban apareándose en el cabello de mi amigo.

Nos trajeron el primer plato y yo espantando las moscas.

-¡Ay pinches moscas!- visiblemente molesto comentó Moi.

-Pero son varias y necias-, pero mira, al joven de enfrente parece no importarle.

Por fin llegó mi guisado, carne de puerco y verdolagas en salsa verde y como si fuera traído el platillo para una de las moscas, solícita aterrizó en la orilla de mi plato.

-¡Ah no, en mis verdolagas no!- y tiré dispuesto a matarla, pero en eso la dueña de la cocina frustró mi intención.

-No joven no las mate, son de casa, son limpias, mire, esa es hija de la chilanga que la trajeron de chiquita, al verla sentí lastima por su vida y de aquí no ha salido, esa otra es la extranjera porque venía dentro de la maleta de un cliente que llegó de Estambul y pronto se acoplaron y se alimentan de lo que yo cocino.

-Si pero no me gusta.

-No se preocupe joven éstas son sanas, mire, por ejemplo a ésta le puse Georgina, normalmente no les pongo nombre como no viven mucho, imagínese estar buscándoles nombres a todas, pero a ésta sí porque jamás la va a ver husmear la comida como a todas, a ésta únicamente le gustan los libros, ya hasta un cliente que trae su libro la deja mientras él come- me fué contando vida y obra de sus moscas mientras nosotros comíamos.-¿Ustedes dé dónde nos visitan?

-De la CDMX.

-Mire y quiere matar a una paisana suya.

Yo me reí, jamás hubiera pensado con esa anécdota poder ver con otros ojos a las moscas.

Será el sereno pero fuera de esta experiencia las moscas no son bienvenidas en mi entorno, son como dicen por ahí "mátalas callando", moscas muertas.



RELACIONES FUTURAS

 


Es bueno tener buenas relaciones con los muertos, visitar los panteones y las tumbas de gente desconocida, rezarles un padre nuestro para pedir por su alma y descanso, tranquiliza el espíritu.

Para que les voy a lavar el cerebro de que da buena suerte pero a esos difuntitos olvidados en su túmulo polvoso por falta de cuidados, siempre pienso que nos lo agradecen.

Nadie piensa en ellos, igual que Juan Rulfo el autor de el "Llano en llamas" y "Pedro Páramo" me produce morbo el leer las fechas de nacimiento y de muerte, saber y sentirme con un poder sobrenatural el saber lo que nadie, solo Dios puede saber, el tiempo de vida de los habitantes del campo santo.

Si me doy el tiempo platico con ellos y les pregunto de sus vidas, algunas escandalosas y otras aburridas, les confieso lo que no me atrevo al hacerlo con el cura; claro que es una manera de hacerme tonto porque sé, Dios todo lo sabe, pero de que lo sepa solo Dios a que se entere todo el mundo, mejor me quedo con lo reservado que suele ser Dios y la seguridad de contárselos a mis amigos ocasionales que guardan mis secretos en su tumba.

Algunos son muy reservados, otros son tan parlanchines que no dejan que me retire. 

Hay de los que no les he podido sacar la "o" por la mitad pero me permiten traspasar sus frías losas con solo ver su epitafio. Pareciera que no les preocupa su estadía eterna "Aquí nos divertimos, descansamos, hacemos lo que nos venga en gana, no hay reglas y todos somos invitados una vez al año en probar viandas que algunos vivos traen a sus familiares, nos refrescan el esqueleto y vemos lo estúpido de algunos que jamás en vida se preocuparon por uno y aquí hasta nos llegan a traer a conocer hijos, nietos, sobrinos, amantes... gente que en el ámbito terrenal no nos dió tiempo de hacerlo por obvias razones".

"Muy contrario a lo que la mayoría creé, nosotros seguimos vivos, nuestra huella en el mundo sigue perenne por el solo hecho de haber nacido".

Otro me dice: "El lugar más tranquilo y seguro del mundo es aquí".

Cuando visito algún sepulcro de un famoso me doy cuenta que nada se interpondrá a que un día llegue a convivir con alguno de ellos 

Al salir de su morada siempre me siento bien de aún seguir aquí, me alejo con la certeza que no siempre salgo solo, que alguno de ellos discretamente me acompaña, me siento protegido por haber hecho una buena amistad.